POV MIA
Cuatro años antes.
—Puedes hacerte conmigo solo por esta semana, después tendrás que buscar tu grupo, ¿está bien?
Retiré mi mirada de mi teléfono para verla.
Mis padres se encontraban fuera del país por trabajo y habían hablado con mis tíos para que el chofer de Charlotte me recogiera, aparte le dieron una hermosa charla a la muy loca para que estuviera conmigo.
¿Acaso pensaban que tenía cinco?
—¿Por qué querría estar con tu grupo de idiotas? —pregunté.
—Ni siquiera sabes cuál es mi grupo de “idiotas” —exclamó, rodando los ojos—. Aunque no me agrades del todo, eres mi prima, mi sangre y te quiero… mierda que difícil fue decir eso —asentí dándole la razón, para mi había sido difícil de escucharlo—. Solo quiero que esta primera semana sea llevadera, así que estarás conmigo.
A pesar de ser mi primer día de universidad, ya había estado en ella, hacia parte del grupo de voleibol, aunque solo tenía permitido estar en ciertos lugares.
—Lo que digas —fue lo único que respondí.
Todo lo que pensaba sobre ella ya lo sabía, así que no quería gastar más mi tiempo.
—Una cosa más, Noah Anderson esta fuera de tu alcance… ¿está bien?
Fruncí mi ceño, al ver que ya se sabía su apellido, aunque era normal, ya había pasado más de un año de aquel día.
—Ese chico es muy inteligente como para estar contigo —comenté, ganándome una mirada asesina de su parte.
—Todos quieren estar conmigo, él tarde o temprano caerá, soy muy paciente y Noah me encanta, no descansaré hasta ser su novia.
—Suerte con ello —apreté mis labios para evitar mi sonrisa.
Dios me librara de estar obsesionada por un… inmediatamente callé mis pensamientos.
Obsesionada, lo que diría obsesionada no, pero ag.
¡Maldito de Aiden!
La primera y última vez que lo vi fue el primer día de práctica, quise buscarlo, pero sin saber el apellido era muy difícil, aparte era un primíparo que nadie conocía.
Le hice entender que me gustó y me interesó, le di esa mirada, pero el muy idiota simplemente pasó de mí.
En cuanto llegamos me bajé rápidamente para alejarme de Charlotte, pero fue muy astuta, lo previó así que me interceptó con una sonrisa diabólica.
—Te llevaré hasta tu clase… Noah también estudia Economía, así que estará cerca.
Bufé y asentí.
En todo el camino pude notar como todos la veían con respeto, admiración y deseo, era notable que era popular, siempre lo había sido, no me sorprendía, aunque me daba igual, utilizaría esa popularidad para mi beneficio.
Antes de llegar a mi salón, nos encontramos con un grupo de hombres, entre esos estaban la obsesión de mi prima y… mierda, Aiden se encontraba con ellos.
Había cambiado demasiado, ahora era más alto y mucho más musculo.
—Hola chicos —saludó Charlotte.
Todos empezaron a saludarla, casi sentía pena por ella por ver la manera tan seca en que Noah la trataba.
Esperen un momento, ¿ese era su grupo?
—¿Quién es ella? —preguntó un lindo chico, era coqueto.
—Es mi prima, se llama Mia… estudiara economía, como Noah y Jayden.
—Bienvenida colega —exclamó el tal Jayden, apareciendo de repente.
—Gracias.
—Si necesitas ayuda, no dudes en pedírmela, me llamo Luca Jones —se presentó el lindo chico.
—Lo tendré en cuenta —sonreí amable.
—¿Ya podemos irnos?, me aburrí —no fue necesario mirar a mi alrededor para saber quién de los chicos había hablado.
—Si estas aburrido, ahí está el camino para que te vayas —respondí simple.
—Uuh, una que no cayó en el encanto Aiden Woods —con que ese era su apellido—. Mia, eres mi favorita —sonrió Jayden.
—JA JA JA, si así lo quisiera ella sería una más —mucha confianza en sus palabras, maldito.
—Pero no lo soy, porque antes de convertirme en una más de tu lista, estarás tú en la mía —guiñé un ojo.
No pude describir muy bien su mirada, pero me calentó… demasiado, tanto que tuve que contraer mi pelvis.
—Sin duda alguna… Aiden versión mujer —miré realmente mal a Noah—. Sí, no cabe duda.
—Me divertiré muchos con ustedes —confesé—. Adiós.
Cuando pasé al lado de Aiden, algo me decía que estuviera alerta y menos mal lo estaba, tenía buenos reflejos, así que cuando rápidamente estiró su pie para que tropezara, lo esquivé, pero aun así tambaleé.
—Cuidado te caes, debes de tener más precaución —el sarcasmo en su voz era latente.
Me acerqué a él y con la sonrisa más amable expresé.
—La precaución la deberías de tener tú, quien sabe… posiblemente puedas terminar con un esguince de tobillo en esta semana —su ceño se frunció—. La vida es tan incierta.
Tres años antes.
—No sé, no me parece algo bueno el que te estés acostando con Lucas —exclamó Noah, mientras merendábamos debajo de un árbol. Estábamos cerca de la cafetería.
—¿Por qué? —cuestioné, antes de darle rienda suelta a mi lengua.
—Le gusta hablar mucho sobre sus experiencias sexuales, no me gusta tener que escuchar lo que ustedes hacen en la cama —abrí ligeramente los ojos y asentí.
—No lo sabía.
—Es un imbécil —resopló—. Siempre ha sido así.
—Bueno, tenía pensado ya acabar con nuestros encuentros, esto solo lo adelanta.
—Es una buena decisión, creeme.
—Lo hago Noah, ahora… ¿por qué no lo haces tú? —me miró confundido—. Te creí más listo como para ser novio de mi prima, ¿enserio la quieres?
Inhaló hondo y luego suspiró.
En realidad, nunca pensé que Noah y yo entablaríamos una relación de amistad tan unida, teníamos mucha confianza en el otro y el amor era como la de unos hermanos.
—No lo pensé muy bien hace unos meses, le terminaré hoy en la noche.
—Suerte con ello, la vas a necesitar mucho.
Este asintió pensativo, terminamos de comer en total silencio y cuando estuve por levantarme, habló.
—Hay algo que me gustaría preguntarte —su rostro estaba totalmente serio.
—Dime.
—¿Te gusta Aiden? —Preguntó de repente, haciéndome reír.
—¿Por qué lo preguntas? —quise saber.
—Sé que ambos se gustan o hay atracción, una de las dos, pero yo sé que tienes un gran corazón Mia y… no me gustaría que lo dañaran.
—Y crees que Aiden lo puede hacer —agregué.
—Sí, porque cuando vas en búsqueda de lo prohibido… no sabes que encontraras y… Aiden, es el tipo de hombre que a ti te gustan.
—Noah, solo me atrae físicamente… mucho, pero en cuanto tenga lo que quiera, dejara de atraerme, no te preocupes… tú sabes que siempre serás tu —dijo lo último como una enamorada.
—Si lo dices así, estaré tranquilo y sobre lo otro… no eres tú Mia, soy yo… no me siento —nos miramos fijamente por varios segundos y empezamos a reírnos a carcajadas.
Minutos después fuimos hasta las canchas, donde se encontraban algunos de los chicos, entre esos Jayden, quien hablaba por videollamada con alguien.
—Este es el campo, es demasiado grande Ali —fruncí mi ceño.
¿Quién era Ali?
Miré a Noah para preguntarle, pero me confundí cuando lo vi verdaderamente interesado en ver la pantalla de Jayden… demasiado.
—¿Qué pasa? —susurré, golpeándolo.
—¿Qué?, nada —se encogió de hombros—. Jayden, ¿con quién hablas?
Mi ceño se frunció, pero si había escuchado que con Ali.
En cuanto Noah se acercó, Jayden empezó a despedirse.
—Me tengo que ir, Noah me necesita, te llamo luego.
Qué raro —pensé, llevando mi vista a otra parte.
Había un nuevo jugador en el equipo y era verdaderamente guapo.
—Ni creas que te hará caso, ya sabe tu reputación —escuché decir a mi lado.
Lo miré de reojo, un poco sorprendida al respecto, me había agarrado desprevenida.
—¿Reputación? —inquirí, mientras dejaba de verlo para no perder de vista al nuevo jugador—. Espero digan cosas positivas… pero, espera un momento —sonreí—. No hay nada negativo que decir de Mia Cooper.
—¿Acaso quieres que te haga una puta lista?, mejor no… no acabaría.
—Aiden, Aiden —nombré, volteándome a verlo por completa—. ¿Qué haces aquí?, ¿Qué quieres?, ¿Sexo?, hoy en mi casa después de clases, si no es eso… vete, estoy ocupada.
—Sí quiero sexo —susurró, mirándome fijamente.
Inhalé hondo, mientras trataba de calmar todo mi cuerpo.
—Perfecto.
—Pero no contigo, Mia Cooper —guiñó un ojo y se fue hacia el campo.
—Que hijo de puta —Empecé a sonreír, eso lo único que me hacía saber era que también le atraía, pero ninguno quería perder.