Elio contuvo la respiración, encapsulando su furia en la garganta, tratando de romper el volante de su auto con su puños como si se tratara de la cara de Roberto, quien con toda la tranquilidad del mundo contestó al otro lado del teléfono sin preocupación alguna. — Hola Elio, justo estaba por llamarte, el contrato ya está listo para firmar podemos… —estaba explicando Roberto al otro lado del teléfono, Elio no se contuvo más interrumpiendo la conversación de manera abrupta y muy poco amigable. — No te hablo por el contrato, te hablo para decirte que si le vuelves a faltarle el respeto a mi novia iré a buscarte yo personalmente a partirte la cara —dijo Elio entre dientes, un silencio incómodo se hizo en la llamada. — ¿Lo dices por el altercado en el café? No creo que estés en posición de