—Entonces ...
Las palabras dejan mis labios solo porque estoy en un gran aburrimiento. Tengo hambre, mucha hambre. Tengo ganas de dormir, pero gracias a lo que ellos llaman una cama no puedo. Esa cosa es más incómoda que tener que trabajar en el mismo lugar que mi ex, el cual me abandonó cuando más lo necesario. Ya se pueden hacer una idea de cuan incómoda es.
Inuyasha me mira aburrido y enojado. No es mi culpa que él haya dicho esas palabras y que ahora nos encontremos encerrados en una celda. Soy tan inocente, pero aquí estoy, arrestada junto al ser que más detesto.
—No quiero entablar una conversación con alguien tan insignificante como tú - me cruzo de brazos.
—Ladra, solo eso te falta - contestó indignada.
—Por tu culpa estamos aquí - ruedo los ojos, ya he escuchado esas palabras
