Se siente tan cómodo, es como estar acostada en algodón, dulce algodón. La suavidad de las sábanas es impresionante. —Kagome — Sota viene corriendo con un algodón de azúcar. —¿Este es para mi? —Pregunto tomándolo y mirando el color azul que destaca. —¿Te gusta? —Pregunta mi hermano con una sonrisa nerviosa. —Me encanta, gracias — beso su mejilla y tomo un poco de algodón mientras que el azúcar se derrite dentro de mi boca. Siento algo frío, más bien congelado caer sobre mi cuerpo, abro los ojos sobresaltada y me siento en la cama. Estoy empapada de agua, Inuyasha se encuentra riendo a carcajadas de mí. Lo miro molesta mientras me levanto como la niña del exorcista y lo miro como endemoniada. —¡¿Qué demonios te pasa?! - lo admito, no soy buena persona por las mañanas, y menos cuando m