Me desperté cuando mi brazo derecho toco el otro extremo de la cama y no noto la presencia de Benjamín. Abrí los ojos poco a poco completamente adormilado. Mire hacia la ventana y observe a Benjamín parado frente a ella completamente desnudo. La luz de la luna bañaba su esculpido cuerpo haciendo que se viera de un color blanquecino, como si fuera la luz de un ángel, mi ángel. Me senté en la cama sintiendo una punzada de dolor en mi parte baja, como señal de mi virginidad perdida.
- Benjamín – lo llame.
Se giró hacia mí y me observo con sus brillantes ojos dorados. Parecía un poco dolido y triste y no entendía el porqué, por lo que me preocupe, me envolví en las sabanas y camine hacia la ventana para encontrarme con él. Acaricie su rostro con una de mis manos y lo envolví con la sabana y
