Tanto Benjamín como yo quedamos atónitos por las palabras que salieron de mi boca hace solo un par de segundos. Benjamín me miro ojiplatico como si no se acabara de creer lo que le dije y la verdad es que yo tampoco sé a ciencia cierta porque demonios lo dije. Las manos de Benjamín acariciaron dulcemente mis mejillas y yo apoye mi rostro en ellas mientras meditaba en mis palabras ¿realmente quiero hacerlo? La verdad es que no lo sé, no sé si fue por el momento que me deje llevar y no pude evitar decirlo ¿Qué tal si es un error? No sé si deba arriesgarme y dar un paso tan importante, al menos para mí. Cerré los ojos sintiéndome realmente extraño y al mismo tiempo sintiendo el toque de Benjamín por todo mi cuerpo. Cuando abrí los ojos, Benjamín seguía mirándome fijamente con una expresión se
