—Ya no quiero sentirme así, por favor... ya no quiero. —Sus lágrimas fastidiaron a Einar, ¿Por qué solo no se deja llevar de una vez por todas? ¿Por qué tiene él que tener tanta paciencia con ella? ¿Por qué caraj0s no puede follársela y ya está? —Dame un beso. —Pidió asombrándose así mismo por su petición. —¿Dónde te lo di antes? —Preguntó Engla con inocencia. —No, en la boca. —Le aclaró pasando saliva. Besarla en la boca es un placer que solo disfruta con ella, saber que ella es pura y solo le pertenece a él lo lleva a atreverse a hacer cosas que nunca antes ha hecho con una mujer y a permitirle cosas que jamás le permitiría a nadie. —¿Así te ayudaré y de esa manera no me sentiré así? —Einar no apartó la mirada de sus ojos, en ese momento le está pareciendo fascinante su inocencia.