—Einar... —Gimió al introducir el dedo en su cavidad anal. Einar bajó la mirada lentamente y tiró de su p0lla cuando la vio mover su dedo. —Einar... —Engla volvió a gemir su nombre sin dejar de meter y sacar el dedo de su cavidad anal. La sutileza de su voz, sus movimientos calculados, su cuerpo rojo por sus agarres, su pecho agitado y la manera en la que se abre para darle mayor visión lo fue todo para él. Casi furioso por las incontenibles ganas que le tiene a su mujer, le alejó la mano y la abrió más de piernas. —Aaaggg. —Casi gritó cuando se hundió de un certero y profundo empellón. Engla quiso huir, pero es demasiado tarde para ella, Einar está fuera de control y ahora no queda más que soportar a la bestia. —Di que me amas, ¡Dilo! —Exigió moviéndose sin control. La sensación de su
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books