POV Abigail.
Por suerte el primer día salió mejor de lo que pensé Mery es una excelente mujer, es dulce y muy cariñosa, creo que las cosas poco a poco tomarán su curso, me pareció agradable trabajar con ella.
El día fue algo movido, por fortuna la tienda queda a un par de cuadras del departamento, así que para no molestar a Joaquín me iré caminado a casa, así poco a poco iré conociendo la ciudad, y en cierta parte me ayuda a pensar las cosas que han pasado recientemente, ahora que todos mis planes con marcos se fueron por un tubo, necesito establecer prioridades y no continuar viviendo como una niña tonta.
Me encuentro tan metida en mis pensamientos que tropiezo con un par de personas, las cuales me dicen un par de insultos que ignoro por completo, de un momento a otro cuando estoy por pasar la calle un auto deportivo golpea mi pierna levemente haciéndome perder la estabilidad y enviándome directo al pavimento, con el cual me golpeó apenas la cabeza, el golpe es pequeño pero si logra aturdirme un poco, escucho como algunos autos pitan y las personas murmuran, pero debido al golpe me encuentro algo aturdida.
—¿Eres ciega niña?
Noto cómo una figura masculina, se posa frente a mi, pero no logro enfocar bien mi visión, debido a lo aturdida que estoy
—¿Tu eres imbecil o que? No puedes pisar el bendito freno
Le digo mientras agarro mi cabeza, todo a mi alrededor da vueltas y aparte de eso me siento incómoda.
¿Que pensará la gente? ¿Que soy una tonta?
—Creo que aquí el error fue tuyo, la luz está en verde, así que la equivocada eres tú
Responde el hombre con un tono de arrogancia, al enfocar mi visión veo unos hermosos ojos grises que me observan detenidamente.
—!Ja, Ja, Ja No me digas!
Río con ironía y con ayuda de desconocido me pongo de pie, mientras que mi cabeza aún no ha dejado de dar vueltas.
—Creo que no te paso nada, es una suerte no me hubiera gustado llenar mi auto de sangre
Espeta el idiota a mi lado y en ese momento siento mi sangre arder ¿Quien se a creído el? ¿Acaso no vida no vale?
Tratando de controlarme, observo bien quien intento matarme y para mi sorpresa es un tipo muy atractivo, aunque muy arrogante para mi gusto.
—¿Te importa sólo no llenar tu auto de sangre? ¡Eres un imbecil!
Sin siquiera esperar respuesta, empiezo a caminar molesta dejando al hombre que casi me mata detrás de mi
El camino a casa fue algo complicado, por el hecho de que no recordaba bien donde era y a eso hay que sumarle que después del golpe me encuentro algo aturdida, entiendo que fue mi culpa por pasarme una luz verde, pero no puedo creer, que ese tonto no halla podido pisar el freno, sino que creo que lo hizo a propósito, por suerte y con algo de dificulta logro llegar al departamento. Apenas abro la puerta, Joaquin observa mi mano en mi cabeza y se asusta un poco, no he logrado verme el golpe, pero por lo que siento, tengo un gran hematoma en la frente.
—Qué te paso?
Pregunta, acercándose a mi, para revisarme por todos lados.
—Que apenas llegue ayer y un imbecil de aquí, casi me arrolla con su auto deportivo perfecto
Digo con algo de ironía.
—Aby, tienes que tener cuidado, esta ciudad es de locos, aquí la gente vive a toda prisa y conociéndote venías distraída
Al ver que estoy bien, Joaquin se acerca al refrigerador y saca una bolsa de hielo.
—Tienes razón hermano, me pase la luz verde, pero es que no entiendo, la gente aquí como que no usa los frenos
Joaquin camina de nuevo a donde estoy y me tiende la bolsa, la cual coloco sobre mi cabeza y doy un salto debido a lo fría que está.
—Ahí está ¿cómo se te ocurre pasar una luz verde? Dale gracias a Dios que no estás muerta, por tu imprudencia
—No exageres Joaquin, no creo que sea para tanto.
Luego de durar toda la noche con la bolsa de hielo sobre mi cabeza, por órdenes de Joaquín me dedico a dormir, solo espero que el día de mañana no amanezca con un enorme morado, por qué no imagino que debo hacer para cubrirlo.
*** ***
Al día siguiente me levanta el sonido fastidioso de la alarma, sino tendría que trabajar juraría que me quedaría todo el día durmiendo, el golpe de ayer me dejo algo mal y aunque no tengo ningún dolor, presiento que el día de hoy, me dolera un chorro.
Asi que con algo de fastidio, me levanto y como lo predije tengo un enorme morado que cubre la mitad de mi frente, por suerte y con ayuda de maquillaje logré cubrirlo un poco, apenas llego a la tienda, mery observa el enorme morado, que aunque el maquillaje ayuda no puede quitar la inflamación.
—Aby debes tener más cuidado nena, está cuidad es de locos, y tú solo eres una niña
Dice la mujer mayor ante mi, de manera tierna.
—Mery no soy una niña, tengo 21 años
Respondo con algo de irritación, No se por que todos dicen lo mismo.
—No serás una niña de edad aby, pero veo que eres algo ingenua y distraída, y eso mi niña, no es nada bueno, en esta ciudad de locos
Luego de un par de consejos de mery, debo empezar de ordenar y limpiar algunas cosas, así entre aquí y allá pase el resto del día, cuando casi estábamos por cerrar, escucho como la campanilla de la puerta suena, cosa que me indica que se trata de un cliente, así que salgo a su encuentro.
—¿Puedo ayudarlo?
Le pregunto cortésmente al caballero que se encuentra de espaldas a mi, y cuando este se gira veo la mirada gris de ayer hacer contacto visual conmigo.
—!Miren! que casualidad, tengo frente a mi a nada más y nada menos que a la ciega de ayer, que gusto verte de nuevo
Espeta con ironía y yo solo quiero ahorcarlo
—Lastima que no puedo decir lo mismo del imbecil que casi me mata
El guapo idiota empieza a reír como loco.
—¿Yo? Perdóname pero ayer la que se le lanzó a mi auto fuiste tu.
Re-debate con una enorme sonrisa
—!No si! ¡Cuidado! El señor ciego no pudo pisar el freno
En ese momento mery entra en la tienda y debo de cambiar de actitud, quiera o no es un cliente y si mery ve una mala actitud me hecha ta y ahora más que nunca necesito el empleo
—Buenas tardes caballero ¿En qué lo podemos ayudar?
Se ofrece mery, apenas ve a mi casi asesino.
—Ando en busca de un reloj antiguo, ¿sera que me puede ayudar?
—Aby por favor muéstrale al joven los reloj
Me pide la señora frente a mi y en ese momento quería golpearlo, tal vez así me cobraba el horrible dolor con el que he tenido que lidiar, en contra de mi voluntad camino hasta el mostrador y saco los reloj y se los muestro al niño rico.
A los cuales después de observar minuciosamente cada uno de estos, escoge uno muy lindo y muy antiguo, según Mery es del año 1920, un reloj de bolsillo de oro o algo así, no recuerdo bien que dijo
—Me llevaré este
Dice el idiota al observando el objeto con gran admiración.
—Al menos el imbecil tiene buen gusto
Espeto en voz baja para que mery no escuche, pero el si lo hace
—Señorita ciega debería aprender cómo tratar un cliente, por que siendo yo, otra persona téngalo por seguro que no regreso a este lugar.
Se que lo dice para molestar, pero aún así no me causa gracia
—Pues ni falta hace que regreses
En ese momento mery poco a poco se acerca hasta nosotros, para observar la elección del tipo frente a mi, pero antes de que ella llegue hasta nosotros este logra murmurar
—!Pero miren la niña es algo grosera!
—¿Consiguió lo que buscaba joven?
—!Si! Me llevaré este
Le dice el mostrándole el reloj en sus manos.
—Excelente elección, es un maravilloso ejemplar con mucha historia, un conocedor del tema quedaría encantado con el obsequio.
—Es para mi abuelo sé que le va encantar
Agrega el y después de eso, el señor ciego paga el reloj y cuando está por irse me dice.
—!Ahhhh! Por cierto señorita torpe, mi nombre es Alex
Dice y sale del lugar sin darme oportunidad de responder.
Ese imbecil me lo consigo en todos lados, no le basto con casi matarme ayer, sino que tiene que venir a joderme al trabajo, claro no es que sea adivino para saber donde encontrarme, es solo que con su arrogancia su belleza se ve opacada.
¿Belleza? Aby pero que piensas ¿De cuando acá yo me fijo en eso?
Creo que ese golpe de ayer me afectó un poco, ya que estoy pensando tonterías, así que deshecho cualquier pensamiento sobre ese ser y sigo en mi trabajo.
El resto de la tarde fue muy tranquila, cuando llegue a casa ya mi hermano había llegado, así que ya tenía la comida lista. Un momento después de la comida empezamos a ver las noticias, cuando de pronto, por cosas del destino, en medio de la pantalla sale la fotografía del imbecil que casi me mata, con un Titular que llama mi atención.
Alex Summer el soltero más cotizado.
Mi hermano en ese me saca de mis pensamientos con un comentario que hace que cabeza de vueltas.
—El es mi jefe aby Alex Summer
Me comenta Joaquin dejándome en shock, ¿En serio? ¿Pueden existir tantas coincidencias?.
—¿Hablas en serio joaquin?
este solo afirma y yo quiero morirme
—Si aby, el es muy bueno, aunque parece lo contrario es una excelente persona
Definitivamente la vida cospira en mi contra, primero me vengo de mi país y pasó una serie de cosas que solo a mi me ocurren, segundo mi novio me cambio por otra, tercero un imbecil casi me mata y ahora resulta que ese hombre es el mismo jefe de mi hermano, lo único que falta es que cuando se entere que somos hermanos lo despida por que abolle su auto con mi pierna.
¿Podria ponerse peor esto?