Prologo
POV Abigail
Respiro lo más profundo que puedo, en verdad estaba demente cuando se me ocurrió esta idea, pero ya ni modo, ya estoy aquí y no hay marcha atrás. Asi que con manos temblorosas tocó la puerta, un momento después esta se abre y deja ver a Joaquín.
— ¡Aby! ¿Qué haces aquí?—dice mi hermano apenas me ve, creo que lo tome por sorpresa y no es para menos el me hacía en casa, no aquí, a más de dos mil millas,en la puerta de su casa.
— ¡Sorpresa!—sonrió nerviosas, mientras abro mis brazos esperando por el, pero por su cara se que me espera un gran regaño.
— ¿En serio te has vuelto loca? Cómo se te ocurre venirte sin siquiera avisar—abre su puerta y me hace señas para que entre.
— No me regañes hermanito, quise venir a verte— entro a su mini departamento el cual es pequeño, consta de solo sala, cocina y una habitación.
— ¿Cómo será que no te creo?, Será por que se que tú, llegada repentina se debe a Marcos.—tiene razón Marcos es el hombre de mi vida y no pensaba dejarlo solo en este país.
— Bueno tienes razón, pero es que, Joaquín entiende marcos y yo somos novios lo menos que podía hacer era venir a apoyarlo.—digo y me gano una mirada de muerte de su parte.
—!Mira Abigail! marcos es un imbecil que no piensa más que en el mismo, ¿Cómo se te ocurre venir así? ¿si te hubiera pasado algo en el camino?.—dice lleno de ira y escucharlo como se expresa de marcos me molesta un poco
—Pero no me pasó y aquí estoy bien—respondo bastante molesta—yo creo que ya estoy grande para saber qué me conviene o no, y marcos y yo somos novios te guste o no.
Debido a mi ira empuñó mis manos a los costados, me molesta que Joaquin se tome atribuciones que no le corresponden
— ¿Bueno entonces por qué no lo buscas a él?—inquiere molesto y sabía que preguntaría eso.
—Por qué no tengo ni la mínima idea de donde vive—digo en su susurro, Marcos tiene dos semanas que no responde mis mensajes y como medida desesperada, recogí mis ahorros y decidí venirme a probar suerte.
— ¡Queee! ¿Como se te ocurre venirte así? ¿Si no me encontrabas que ibas a hacer?—Joaquín camina por toda la sala parece un leon enjaulado, por lo que veo logre molestarlo bastante.
—Pensaba buscarte en tu trabajo—respondo en un hilo de voz, tiene algo de razón, pero creo que exagera las cosas.
—¿A mi trabajo Aby? De verdad cada día me sorprendes más, Abigail tienes 21 años, no 12, deja lo cabeza hueca y piensa un poco, Te amo, eres mi hermana pero creo que no estás pensando con el cerebro. Marcos es un imbecil, el no te quiere, y tú eres la única que no lo nota.—en ese momento la ira toma el control y habla por mi
— ¡No voy a permitir que hables así de él!—Joaquín todo el tiempo juzgando a las personas y ni siquiera se a tomado el tiempo de tratar a marcos para saber cómo es.
— ¿No? Bueno vamos y te muestro—Joaquín me toma de la mano y me saca del departamento a jalones, apenas estamos afuera me mete en su auto a empujones.
Maneja por un par de cuadras, hasta que nos parquemos afuera de un edificio con la fallada algo desgastada.
— !Baja!—me dice entre dientes, asi que sin más opción ,obedezco y lo sigo.
Entramos al viejo edificio en donde caminamos por un pasillo hasta llegar a un departamento al final, Joaquin toca la puerta y un par de segundos después por esta se asoma una chica, cabello lacio oscuro, vestida con un short diminuto.
— ¿Marcos se encuentra?—pregunta joaquin apenas está se asoma, ella solo se gira y luego de un momento hace aparición Marcos en nuestro campo de visión.
— ¿Aby?—su cara es de sorpresa total—¿Qué haces aquí?
— Vine a verte Marcos ¿no te alegras?—el se mantienen en silencio un largo rato y cuando esta por formular palabra alguna, sale la chica de nuevo y interrumpe nuestra pequeña conversación.
— !Marcos, amor la comida está lista! —dice y en ese momento siente como mi corazón se rompe en pedazos, joaquin tenía razón.
— Lo siento Aby, tengo que irme, pero te buscaré luego—dice y cierra de un solo portazo, dejándome ahí como una estupida.
¡Si! Cómo una estupida que recorrió dos mil millas para estar a su lado y el muy desgracias estaba aquí con su novia de turno, mientras yo pase mil y una.
Una lagrima rebelde se resbala por mi mejilla, y como acto reflejo la limpio enseguida, antes que joaquin la note.
— !Te lo dije Abigail! marcos es un imbecil no vale la pena—dice y me abraza.
— Yo lo amo—digo en un hilo de voz.
— Lo sé, pero ya no puedes hacer nada, lo único bueno es que estás aquí—nos encaminamos a la salida—Asi que a levantar esa cabeza no hay tiempo de hecharse a morir.
— Tienes razón joaquin, marcos no vale la pena, así que dime que puedo hacer —mi hermano tiene Razón, ni cuando mama murio me dejé caer, menos lo haré por un hombre.
Ambos salimos del edificio y nos montamos en el auto.
—Primero buscarte un trabajo, no podemos vivir solo de mi sueldo—eso lo entiendo la vida aquí debe ser costosa y no quiero depender de joaquin.
— ¿Alguna idea por en donde buscar?—digo mientras joaquin pone el auto en marcha.
— Déjame ver, tal vez Yeni me pueda ayudar a conseguirte algo, pero mientras me voy al trabajo, te llevaré a casa, pero por favor no te metas en problemas—una sonrisa se forma en mis labios y solo asiento con mi cabeza.
Un par de minutos después estamos de nuevo en el pequeño departamento.
— Nos vemos en la noche—dice Joaquín cerrando la puerta tras de él.
En ese momento el enorme nudo que tenía en la garganta desde que salimos de qué marcos, se convirtió en un llanto incontrolable. No entiendo cómo pudo hacerme esto, tantos planes que teníamos antes de venirse a New York, y todos se fueron por la borda, lo amo como jamás pensé amar a alguien, pero me parece imperdonable lo que hizo, ahora todo tiene sentido, desde hacía un tiempo se sentía distante, había cambiado su forma de hablarme y ahora entiendo el porqué. Las lágrimas ruedan por mis mejillas como cascada, creo que es lo que necesito para sacar todo lo que llevo dentro, y así deshacerme de todo lo que siento, de una vez por todas y tal vez así cerrar ese ciclo
Por qué así sea lo ultimo que haga, de que saco a marcos de mi corazón lo saco, ahora mi objetivo es encontrar un empleo y ayudar a Joaquín, no quiero ser una carga, nunca lo he sido, desde la muerte de mi madre nos ha tocado trabajar duro a ambos para salir adelante y ahora no será la excepción.
Durante el resto de la tarde me puse a ayudar a ordenar el departamento, en realidad mi hermano necesitaba de una ayuda, todo es un caos y en verdad lo entiendo, durante todo el día trabaja y al llegar a casa me imagino que llega muerto del cansancio, así que entiendo el por que vive así. Ya de noche llega joaquin y por su semblante es obvio que viene cansado, así que le preparo su comida para que pueda comer antes de dormir.
— Te tengo una buena noticia aby, te encontré empleo empiezas mañana—dice con algo de entusiasmo.
— Gracias hermano de verdad te lo agradezco—digo mientras estrécho su mano—¿Que tengo que hacer?
— Es algo sencillo solo debes ayudar a una amiga de yeni a atender una tienda de antigüedades, no es algo complicado y lo mejor, la paga es buena.
—Al fin una buena noticia—respondo con desánimo, no por el trabajo, sino que estoy algo cansada por el viaje
*** ***
Al día siguiente tenía que estar temprano en mi nuevo empleo, así que me toco madrugar para ayudar a Joaquín con las cosas de la casa, por ser el primer día, mi hermano me llevará al trabajo, cosa que agradezco por que no conosco la ciudad y conociéndome como soy terminaría extraviada.
— ¿Nerviosa?—juego con mis manos mientras que joaquin me lleva en su auto al trabajo.
— Un poco, pero espero que todo salga bien.
— No tengas miedo Aby, eres una chica brillante—dice mientras pellizca mi mejillas—se que todo saldrá bien.
Joaquín manejo un rato y luego de un rato, nos detenemos frente a una tienda de antigüedades, la cual a simple vista, luce algo tétrica, pero apenas entramos, todo luce muy hermoso y organizado, observo un par de objetos que llaman mi atención.
Al llegar al mostrador nos recibe una señora mayor de alrededor de 60 años, pequeña, cabello castaño, ojos grandes y oscuros, la cual se ve muy conservada.
— Buenos días ¿Puedo ayudarlos?—dice observándonos a ambos, mientras nos muestra una enorme sonrisa.
— Buenos días disculpe, Vengo de parte de Yeni, ella me envío por la vacante, es para mi hermana—dice Joaquín señalándome.
— ¿Ella es Abigail?—en ese momento me acerco hasta ella y le extiendo mi mano.
— Un placer conocerla—estrecha mi mano.
— El placer es mío, mi nombre es mery, me imagino que ya te han explicado en lo que consiste el empleo, espero que sea de tu agrado trabajar conmigo.
— Bueno mi hermano me explicó algo referente y me parece muy buena la oportunidad y de verdad se lo agradezco.
— No tienes que agrádecer Abigail—hace un gesto restándole importancia.
— Llámeme Aby, señora Mery.
—Bueno aby solo espero que tú y yo seamos grandes amigas.
Joaquín me deja con mery en la tienda, mientras él se fue a su empleo, solo cruzo los dedos para que todo salga bien en mi primer día de trabajo, por ahora debo centrarme en trabajar, y tal vez así deje de pensar en el idiota de marcos y en cómo me rompió el corazón sin compasión.