LILA
Tras colocar los platos que tenía en la mano sobre la mesa, llamé a las dos personas que estaban dentro.
—A comer.
Sophie se soltó del brazo de Ethan, se acercó a la mesa y se sentó. Les serví la sopa mientras Ethan también se unía. Sophie tomó el cuenco que le tendí.
—¿Mi amor?
—Dime, señorita.
—Bueno, no me dejaste ayudarte con la comida. ¿Estás bien?
Alcé una ceja.
—¿Por qué lo preguntas?
—Sabes que Logan se casa mañana.
Ah, claro. Le había contado lo de Yesenia, pero aun así Sophie pensaba que estaba dudando. Aunque, obviamente, teníamos que mantener a Ethan fuera de todo esto.
—No me importa Logan. Ya hemos hablado de esto.
Dejé caer la frase con intención.
—Solo quería asegurarme de que estás segura.
—Lo estoy.
Ethan nos miró, claramente intrigado.
—¿De qué están hablando en clave?
Sophie y yo respondimos al mismo tiempo:
—No te metas, Ethan.
Después de cenar, recogimos la mesa juntas. Yo ya tenía mucho sueño, así que dije "buenas noches" y me fui a mi habitación. Mañana era el gran día.
*
Abrí los ojos con la luz del sol dándome en la cara. Vamos, señora Lila, haz lo tuyo. Tras una ducha rápida, me puse un vestido blanco. Solo por molestar. Salí de casa sin avisarle a Sophie. La boda era en dos horas. Tomé el coche de Sophie y me dirigí al salón. A ver qué me esperaba.
Una hora y media más tarde, estaba frente al salón de bodas. Tenía que esperar media hora más. Sophie empezó a llamarme justo cuando yo buscaba algo en mi teléfono. Contesté para pasar el tiempo.
—Sí, Sophie.
—¿Saliste sin avisar, Lila? ¿Estás segura de que puedes hacerlo sola?
—No es gran cosa, Sophie. Solo quiero que la familia de Logan sepa la verdad. No hará ninguna diferencia para mí.
—Si tú lo dices…
Después de despedirme y colgar, recordé las conversaciones que había tenido con Yesenia aquel día.
—Ese es exactamente el punto. Así que tienes que detenernos.
—No lo entiendo.
—Lila, te voy a contar todo, pero debe quedar entre nosotras.
—Por supuesto, dímelo.
—Mi padre está al borde de la bancarrota, así que le pidió al padre de Logan una sociedad. Logan está aceptando esta boda bajo coacción. Pero cuando se enteró de que estabas embarazada... no sé. Si vienes a la boda y dices "Estoy embarazada", yo fingiré que lo oigo por primera vez, y Logan nunca lo aceptará. Así que te pido que me salves la vida. A cambio, el hombre al que amas, el padre de tu bebé, se quedará soltero.
—No me gusta.
Yesenia sonrió.
—Es obvio, Lila. Es lo único que entendiste de todo lo que dije. Además, vi la desesperación en tus ojos la última vez que viniste a la empresa.
*
Miré el reloj. Ya era la hora. Yesenia me envió un mensaje.
—"La boda ha comenzado."
Respondí rápidamente:
—"Ya voy."
Sí, no quería que Logan se casara. No iba a mentir. Abrí la puerta del coche y me bajé. Miré el blanco salón de bodas, respiré hondo por última vez, subí las escaleras y entré. Cuando abrí la gran puerta roja, Logan y Yesenia estaban sentados en la mesa principal. Los invitados llenaban sus asientos, y algunos eran "muy distinguidos". Justo cuando el encargado del registro comenzó a hablar, me di cuenta de que había llegado justo a tiempo.
—Si nadie tiene ninguna objeción a este matrimonio...
Vamos, Lila, tú puedes hacerlo. Como en las películas.
—Tengo una objeción.
Caminé hacia la mesa principal y miré a Logan directamente a los ojos. Puse mi mano sobre mi estómago y le dije lo que tantas veces le había repetido.
—Estoy embarazada.
Las miradas se giraron hacia mí, y de repente todo cobró sentido. Algunas caras mostraban sorpresa, otras enojo, y otras simplemente estaban en blanco, como si pensaran "¿qué rayos está pasando?". Pero yo lo había dicho. Este matrimonio no iba a suceder.
Yesenia se levantó rápidamente y dijo:
—¿Qué quieres decir, Logan? No puedo casarme en estas circunstancias. Papá, vámonos, por favor.
Agarró su vestido de novia y se dirigió hacia su padre, quien parecía no saber qué hacer. Finalmente, tuvo que seguirla. Mientras la madre de Logan se desmayaba, su padre le dijo:
—Hablaremos de esto en casa, Logan. Ven aquí ahora.
Dicho esto, tomó a su esposa en brazos y, junto con los demás invitados, se marcharon. El secretario, como si acabara de darse cuenta de la situación, recogió los papeles que tenía delante, murmuró algo como "tsk, tsk", y también se fue.
¿Y ahora estábamos solos Logan y yo? Sí, más o menos. ¿Por qué me miraba con tanta intensidad? Ah, se levantó y caminó hacia mí. Y ahí estaba, de pie justo frente a mí.
—¿Por qué me miras así?
Mi lengua, como siempre, no paraba.
—¿Acabas de arruinar mi boda?
No parecía enfadado en absoluto. Más bien, sonaba un poco confundido.
—Sí, lo hice. ¿Y qué? ¿Qué vas a hacerme?
—No voy a hacerte nada, pero antes déjame hacerte una pregunta.
¿Qué iba a preguntar ahora?
—Dime.
—¿Te gusto, señorita "estoy embarazada"?
Me quedé ahí parada, con la boca abierta como una idiota. ¿Qué se suponía que debía decir? ¿Un no? Si decía que no, parecía que iba a entrar en pánico como una adolescente. Pero, ¿y el sí? No seas ridícula, Lila.
—No seas ridículo, Logan, por favor.
Ah, estúpida Lila. ¿Qué clase de respuesta es esa? Me di la vuelta y comencé a alejarme, pero su siguiente pregunta fue un golpe directo.
—¿Y si me gustas?
Entonces comencé a toser, y de repente todo se oscureció. ¿Qué estaba pasando?
*
Cuando abrí los ojos, Logan estaba sentado a mi lado. Al notar que despertaba, comenzó a hablar de nuevo.
—No me declaré, Lila. ¿A qué viene tanto alboroto?
—¿Qué emoción? ¡Mira su ego! Se supone que yo debería estar emocionada. Además, amo a otra persona.
Oh, Dios mío, ¿qué acabo de decir? ¿Por qué estaba diciendo tonterías sin sentido? Miré a Logan, y vi cómo su rostro cambiaba de color.
—¿A quién?
—¿Qué quién?
—¿A quién amas? ¿Tienes a mi hijo en tu vientre y estás enamorada de otro?
—¿Cómo sabes que es él?
Mira, ahora parecía aún más sorprendido.
—¿Qué significa eso?
—Lo que tú quieras entender.
En realidad, estaba insinuando que era él, pero todavía no tenía el valor de decírselo. Me quité el suero del brazo y me levanté de la cama. Cuando miré a Logan una vez más, noté que todavía llevaba puesto su traje de novio.
—¿Qué? ¿El señor novio me ha seguido sin cambiarse de ropa? Esos no son comportamientos propios de usted.
Él se levantó y me miró con una sonrisa traviesa.
—Secuestraste a la novia, así que pensé que era adecuado seguir así hasta encontrar otra.
En realidad, estaba a punto de decir algo más, pero una pregunta diferente apareció en mi cabeza.
—En serio, ¿por qué nunca pensaste en Yesenia? Ella te dejó plantado en el altar.
—¿Quién dijo que no lo pensé?
—Entonces, ¿por qué...? Sabías lo que iba a pasar.
—Puede que incluso lo haya planeado.
—¿Pero por qué?
—Porque Yesenia estaba enamorada de un antiguo amigo mío desde la infancia. Ella me lo dijo desde el principio. Así que no me opuse al matrimonio y lo acepté. Como resultado, ambos nos salvamos.
—¿Así que me usaste?
Dije, y mi voz sonó llena de indignación. ¿Me usaron? ¿Me tomaron por tonta? Me fui de ahí sintiéndome como una idiota. Ojalá se hubieran casado, para que sus vidas fueran miserables. ¿Por qué hice esto? ¿Por mi bebé? ¿O porque lo amo?