Esta familia era sencillamente increíble. —Pamela, ¿nos permites un momento a solas?—le pedí a su madre.—Necesito hablar con Jos en privado. —Claro. Estaré justo frente a la puerta.—Pamela se retiró de la habitación pero la vi alejarse de la puerta y responder una llamada. Jos se acercó a la cama con expresión seria. —Ni se te ocurra creer que nos vamos a casar.—dijo con los dientes apretados mientras me señalaba con un dedo.—No me casaré contigo, esto solo será hasta que tenga un plan.—explicaba ella. —¿Qué te hace pensar que quiero casarme contigo?—quería enojarme con ella, pero en mí solo había decepción. —Estás enamorado de mí, esto podría ser una oportunidad para ti.—dijo como si fuera cierto.— Creo que es lo que siempre has querido. —¿Casarme con alguien que no me ama?—Ja