Bajó de mi y retiró mis calzoncillos hasta sacarlo de mis piernas.
Esto era una situación un tanto…alucinante.
—Es…mi—no era algo para avergonzarse, pero me sentía muy avergonzado, tanto que me costaba decírselo. Dado que todo el tiempo estuve enamorado de Jos, no hubo tiempo para otras chicas, no había espacio para nadie más, por lo que…no había tenido sexo con nadie y en mi mente siempre tuvo aquella ilusión, era más como una esperanza, pues Jos nunca me llegó a ver más allá que como amigos, pero yo quería que mi primera vez fuera con ella y el resto de las veces, tanto así que solo con ella, aunque últimamente ese deseo fue perdiendo cada vez el sentido, pero ahora me quedaba claro que era más que probable que sí sucediera. Solo con ella.—Jos es mi primera vez. O lo será.
—¿Qué? ¿Nu
