Después de horas de vuelo por fin llegamos a casa, despedimos a todos nuestros pasajeros y la tripulación. - No fue tan malo el viaje de venida.- le escucho decir. - Porque viniste en silencio eso grandioso excepto cuando cantaste, quién diría que tienes voz. - Para que veas, detrás de este uniforme hay un hombre que te puede sorprender y no solo en la cama, aunque ya tienes una antesala de eso. - ¿Antesala? Por eso no fue tan bueno - me mira sin creer que lo dije. - Para no ser bueno lo hicimos muchas veces y saliste corriendo del hotel porque no ibas a aguantar la tentación. - Siempre engreído. - Cuando uno sabe lo que tiene para que engañarse. - Estaba hablando de que cantas bien y tenías que irte por sexo. - Te puedo cantar todas las veces que quieras, sesión privada para ti.