Después de salir almorzar regresé a la empresa y Elha me esperaba con el repertorio de quejas de los accionistas. - Además de todo lo que te he dicho dijeron que era una falta de respeto irte sin siquiera dejarlos hablar. - Voy a llorar porque se ofendieron, ¿quién va a declinar y vender sus acciones? - Ninguno- sonrió con burla- no van a perder los ingresos que obtienen nada más por ser accionistas, pero se van a quejar con papa y el abuelo. - Ya veremos que harán papá y el abuelo, si nos les gusta que me boten ellos si pueden hacerme golpe de estado, pero no cambiaré de opinión. - Pensé que dirías eso, ¿me vas a decir donde te fuiste así sin avisar porque dejaste tus cosas aquí?. - No adivinarás, que salgo de la sala de reuniones y me encuentro de frente con Ferreiro. -¡¿Qué?!, ¿q