—Lentamente tome posesión de su boca, me enterneció saber que no sabía besar, era tan torpe, me daban ganas de comerle completo, cada acción que hacia me elevaba un poco más. Lamí el lóbulo de su oreja, olí su cuello, la fragancia varonil que desprendía era embriagadora, sus leves jadeos me incitaban a seguir besando —Mi piel anhelaba el toque de sus expertas manos, sentir la suavidad de su piel recorriendo mi piel, el vino se subió a mi cabeza, pero sabía exactamente lo que hacía y quería ¡no! deseaba hacerlo. Su boca devoraba la mía, sentía una corriente recorriendo mi cuerpo despertando esa parte de mí que nadie había logrado despertar, su boca saqueo la mia con desesperación con tanta fuerza que mi lengua dolía —Mis manos tomaron las suyas, lo lleve a la habitación (otro día admirarí