—Si lo deseas, después puedes hacer una lista con las cosas que te gustan y con las que te disgustan, o que no quieres hacer. Te aseguro que las tendré en cuenta—añade—. ¿Hay alguna práctica s****l que no te guste? —me pregunta inesperadamente, entrando ya en acción—comenta. Lo miro con expresión perpleja. ¿Alguna práctica s****l que no me guste? ¡Dios santo! Me arde el rostro. En cualquier momento creo que voy a empezar a hiperventilar. La boca se me seca—.¿Alguna postura? ¿Algo que no harías bajo ningún concepto? ¿Algo que no te guste que te hagan? —insiste al ver que no respondo. —Yo… bueno… No… —titubeo. Me estoy muriendo de vergüenza. —Ya hablaremos de ello —dice Alessandro cuando se da cuenta del mal rato que estoy pasando—. De momento, echa un vistazo al contrato. Tomo el documen