KATRINA Maldita sea mi vida y mis tontas decisiones, ¿será que la madre de Elliot fue quien leyó el mensaje?, seguro que sí. ¡Ay no!, ¿qué debe estar pensando de mí?; creo que mi peor temor se acaba de hacer realidad, hubiera sido aún peor si su padre también los hubiera acompañado. Ese sería mi fin, me mudaría de planeta, de ser necesario; ahora con qué cara miraré a la madre de Elliot, debe pensar que no soy la mujer adecuada para su hijo, quizá… hasta aquí llegó mi relación con Elliot. Comencé a vestirme, aunque haya decidido no quedarme a cenar, tengo que salir vestida y por más que quiera pasar desapercibida, no puedo hacerlo. Ni siquiera sé qué decir para escaquearme de la dichosa cena, quizá que tengo una cita urgente. Probablemente, tenga que fingir la llamada para poder escapar