ELLIOT Realmente esperaba que no se le ocurriera a Susan, faltar a la cita, porque esta vez no se lo perdonaría, yo más que nadie quería saber la verdad. Tuve que asegurarme que ni Kat ni Anne, se encontrarían en el hospital a esta hora. Por eso cité a Susan muy temprano. Pero por si acaso, tenía la brillante idea de huir de nuevo, uno de mis hombres la detendría y la traería directo al hospital. Entonces las vi, la pequeña venía dormitando en los brazos de su madre, quien se encontraba escoltada por mi subordinado, le agradecí con un asentimiento y este se fue. —No entiendo por qué me mantuviste vigilada —espetó en forma de reclamo. —Solo por precaución, Susan. Si realmente es mi hija, no me volverás a separar de ella —replique y puso los ojos en blanco. Corría el riesgo de que algun