Me caigo en la cama, aliviada de finalmente acostarme y estirar mi adolorido cuerpo, ha sido un día tan largo y agotador tanto física como emocionalmente. Al final de la cama, Travis se quita su todo y cuando se ha reducido a nada más que sus boxers, se deja caer pesadamente en la cama a mi lado y deja escapar un gran suspiro de alivio, agradecido como yo para finalmente descansar. Debido al repentino peso de su cuerpo y al hundimiento de la cama (y al hecho de que ya estoy acostumbrada), automáticamente me pongo de lado y me acurruco contra él, apoyando mi cabeza sobre su pecho para que pueda sentir su respiración mientras sube y baja, y escuchar la vida latiendo dentro de él. Travis levanta la cabeza de su almohada el tiempo suficiente para darme un beso largo y prolongado en la coron