—Muñeca siempre es un placer hacer negocios con vos.— Jack le guiña un ojo de forma coqueta dándole una gran suma en su mano.
Noah suspira y alza sus cejas molesta. —No te pases de listo, Jack.— Sonríe cínica.
Él sólo levanta sus manos y suelta una pequeña carcajada. —Ya se te extrañaba por estos pagos, se decía que estabas visitando lugares más clandestinos.— Frunce sus labios curioso.
—Estabamos reclutando a Black.— Es sincera al responder.
—Y veo qué hiciste un buen trabajo, además de que estoy más que seguro de que fue por tu encanto que cedió.— Sonríe con una mueca de costado...
Disfrutando de las vistas que la castaña le da...
—Es por el poder qué conlleva trabajar para Alaric.— Aclara alzando levemente su barbilla.
Conocía a Jack desde hace varios años y tenía que admitir que había sido de gran ayuda para poder moverse en ese medio y conocer a las personas habituales del mismo, es por eso que a esta altura del partido se trataban de aquella manera.
—O el placer visual qué genera tenerte frente a uno.— Sube sus hombros juguetón.
Nunca se cansaría de intentar coquetear con ella, aúnque, ya tuviera la respuesta negativa pegada en su frente una y otra vez.
—Placer va a ser cuándo empieces a correr la voz sobre Black, quiero el doble la pelea que viene, sino busco otro lugar y te aseguró que tengo propuestas.— Le hace saber llevando una de sus manos hacia sus caderas.
—Primero necesito saber cómo se comporta en este nuevo entorno, tengo demasiadas malas referencias por su temperamento y sabes muy bien que quiero mantener el perfil bajo.— La mira obvio.
Noah hace una mueca con sus labios de forma indiferente. —El chico es muy bueno, y en menos de lo que te esperes vamos a estar en el exterior peleando con él, si querés hacer un poco más de plata para poder seguir manteniendo de pie este lugar, te recomiendo que tengas dos o tres peleas más para la semana que viene... Tenes mi celular.— Palmea su pecho y le sonríe alejándose.
Jack traga saliva y alza sus manos en cuánto ella lo deja sin respuesta alguna, dándole una perfecta visión de su trasero.
León observa toda la conversación con su rostro duro, marcando así sus facciones, pero no puede evitar sentir asombro por el modo en que ella lo rechazó y cómo le supo responder a cada una de sus indirectas y ponerlo en su lugar.
—Mierda.— Sisea y deja la toalla a un lado cuándo ella le da todo los tres fajos de billetes.
Últimamente se encontraba más perdido de lo normal en sus pensamientos y no podía evitar sentirse frustrado ante el hecho de que no se había dado cuenta de que Noah venía directamente hacia él, y parecía haber quedado como un completo acosador que la estaba observando caminar.
De todos modos Noah, siquiera se había percatado de su mirada. Tenía en su cabeza los números que había estado arreglando con anterioridad con Jack y ahora que había podido corroborar que les habían pagado lo correspondiente por haber ganado la pelea.
Él suspira y mira el dinero cómo si no fuera nada. —¿Y esto?— Sisea ronco.
—Bien peleado, la semana que viene voy a conseguir que eso se cuadruplique.— Asegura con una sonrisa.
El rubio asiente sin una sóla emocion en su rostro y guarda el dinero en el bolso.
Se coloca una remera nueva junto con su sudadera gris, mientras qué lleva el bolso de nuevo en sus hombros bajo la atenta mirada de Noah.
No puede negar que es mucha plata la que ganó y que hace muchos años no ve algo así todo junto, ni siquiera se compara con lo que ganaba en la vieja cueva, y es por eso que se toma unos segundos para pensar de qué quizás sea momento de empezar a ver las cosas cómo su amigo Nick le dice...
Dejando a un lado sus miedos respecto a cómo es que se va a poder acoplar a esa familia y al ritmo de vida que le están exigiendo que tenga para entrenar.
Ya qué él solo conocí a una forma de boxear y era dándolo todo en su máxima expresión, y acá le estaban enseñando demás cosas triviales cómo alimentarse y mantener una buena rutina de ejercicio sin cansarse.
—Felicidades.— Puntualiza Noah dándose media vuelta.
León parpadea al observarla dándo aquella vuelta para tomar asiento lejos de él.
La pelea duro menos de lo esperado, la castaña lo miraba desde una zona más alejada, junto a su hermano, siendo completamente sincera en qué no quería que Kalesi la viera, pero eso fue imposible porque el moreno apenas ella se posiciono en ese lugar no saco la vista de su cuerpos.
Generando una gran controversia en Noah al saber perfectamente que no era buena idea estar así, y que tampoco podía decirle que no a su padre.
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Kalesi sonríe maldicioso hacia León, relamiendo sus labios y disfrutando de lo qué va a salir por los mismos luego de haber observado hacia su costado derecho.
León siquiera necesita saber hacía dónde está mirando para corroborar qué es hacia Noah.
—Es tan hermosa, qué es imposible qué no resalte entre la gente.— Da el primer golpe con una sonrisa divertida de costado.
León lo esquiva con mucha agilidad y no responde a sus palabras, siempre tuvo muy en claro qué no se involucraria en aquellos juegos de palabras qué surgían frente al ring.
Y menos lo haría por alguíen cómo Noah, a quién acababa de conocer y no le interesaba en absoluto verse involucrado en su mundo.
—Lastima que ya paso por mí.— Sonríe mostrando sus dientes ensangrentados por el golpe qué León le acaba de propinar. —No te va a servir para nada por más estrecha qué sea.— Se burla y esquiva un gancho derecho de León, quién no se permite fracasar y vuelve a intentarlo, está vez atinando en su mandíbula perfectamente.
León no habla sólo se concentra en pelear y mostrarle a Alaric lo practicado y aprendido en estos días en el gimnasio Melle, intentando mantener la calma en sus movimientos y no desesperarse tan rápido por dejarlo k.o, sino que dar un buen espectáculo para que el público lo vuelva a elegir.
Habiendo sido lo primero qué Alaric le había dicho en cuánto comenzó a entrenar con él. Ya qué aquello rendis mucho para la prensa, los sponsor y las apuestas, y sí quería dejarse convertir en un campeón, lamentablemente, tenía qué seguir aquellas reglas o latiguillos qué León no había usado nunca en sus peleas clandestinas.
—¿No vas a responder?— Se carajea levemente agitado. —Vi cómo la mirabas.— Se burla de nuevo el moreno luego de dar un golpe bajo en las costillas del rubio.
León aprieta su mandíbula y ejerce presión con sus dientes, da dos golpes certeros que dejan tambaleando a su contrincante, se ríe de costado y fija por unos instantes la vista en la castaña, quién tiene su labio inferior tomado levemente por sus dientes, y sus ojos algo brillosos, corre la vista hacía su acompañante y Enzo le hace señas refiriéndose a que no escuché lo qué Kalesi le dice, por más que nadie del público lo pueda escuchar, es más qué obvio lo qué está haciendo.
León baja la vista hacía el susodicho y golpea sus costillas, lo deja dando una bocanada de aire pero no lo puede derrivar aún, y eso lo frustra por completo.
—De cualquier... Manera, Noah no... Se fijaría en un... Pobre cómo vos... Alguíen... Qué no tiene... Nada para darle.— Suelta entre jadeos y con una asquerosa risa de costado.
El rubio quiere verlo todo golpeado, hasta el punto de qué se encuentre irreconocible y es por eso qué su furia ya no la puede contener, no sabe cuál de todas las palabras que dijo fueron las que lo molestaron, pero ya no puede parar.
Le hace una llave y lo tira al suelo, golpeando su cabeza contra el filo del ring, aprovecha que en las cuevas vale todo y golpea sus costillas, lo levanta sin esfuerzo y deja dos golpes en su mandíbula, el moreno abre sus manos y cae derrotado a la lona.
León lo mira desde su posición con la barbilla levantada, con algo de sudor en su frente y cuerpo.
Su pecho sube y baja constantemente, pero se debe más a la rabia, qué al desgaste físico.
Kalesi se mueve e intenta pararse pero no puede, León lo insita a que se levante y siga peleando con una movimiento de manos, no obstante, ya es asunto del referí quién da por terminada la pelea, para cuándo levanta su vista hacia dónde los hermanos estaban ellos se están abrazando a modo de festejo.
Noah lo mira y le sonríe sincera en una mueca tímida, mientras se suelta de su hermano.
El rubio se agacha a la altura del moreno sin quita la vista de Noah, quién ahora tiene su celular entre sus manos y mira los gestos de León. —Ser rico y famoso no te sirvió para tenerla tampoco, si sos fracasado lo vas a ser siempre en la liga o en la cueva.— Se ríe con sarcasmo y se levanta ahora cortando conexión con la castaña.
Su ego ya está curado.
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Enzo ingresa en la habitación interrumpiendo el silencio incómodo, le da la mano a León y lo felicita.
Noah, al corroborar qué Enzo acaba de llegar, sabe qué es momento de retirarse, y si no lo había hecho antes era para qué León pudiera esperar a su hermano.
—Ey.— Mira ahora a su hermana que está por salir y la frena. —Papa se fue.— Hace una mueca con su rostro.
—¿Que?— Achina sus ojos cruzándose de brazos.
—Se encontró con John y fueron a cenar para celebrar la victoria...— Rueda los ojos.
—Genial, para eso existen los grupos de w******p, para comunicarnos.— Bufa rodeando los ojos.
Enzo alza sus manos dándole absolutamente la razón. —¿Podes dejar a León en su casa?— Señala con la cabeza a la bestia.
El rubio niega y se mete en la conversación sí que ellos se lo pidan. —Vuelvo sólo.— Asegura cerrando su bolso y colocándoselo en el hombro.
Enzo hace una mueca negativa con su rostro y ríe irónico.
—Estas lejos del gimnasio.— Le recuerda y alza una ceja. —Noah no tiene planes y puede alcanzarte a dónde lo necesites.— Mira a su hermana con una media sonrisa de costado.
Ella asiente queriendo comeselo crudo por imponerle llevar a alguíen qué no quiere compartir ni el más mínimo centímetro de oxígeno con ella.