Cuando Paris abandonó la universidad luego de despedirse de Madison, se marchó a su casa, ella tenía que ir a la cafetería igual que hacía cada día, pero quería ir primero a ver a su abuela, ese día había sido bastante frio y le preocupaba el dolor en sus articulaciones que en ocasiones tenía. Paris entró a su casa sujetando la correa del maletín marrón que siempre llevaba y observó a su abuela, Mariane se encontraba sentada en el sofá más grande de los tres que había en su sala. —¿Cómo te fue hoy? —preguntó Mariane a su nieta poniéndose de pie para besar su mejilla, Paris ya había avisado a su abuela que iría primero a verla, así que Mariane la había estado esperando con la comida preparada y lista para servir. —Bien, he aprendido muchas cosas y también he conocido a nuevos compañeros —