El auto de Sebastián se detuvo frente a la casa de Paris, ella peinó sus cabellos con sus dedos, observó por la ventanilla del auto la nieve que cubría la calle con una capa blanca que brillaba bajo la luz del sol. Sebastián ajustó su chaqueta de cuero que era bastante abrigadora por dentro y salió del vehículo para abrir la puerta de Paris. —Estás nerviosa? —preguntó Sebastián lanzándole una mirada inquisitiva. Disfrutaba de los nervios de Paris. —Un poco —Admitió la pelirroja con una sonrisa mientras se miraba las manos. —No le he contado a la abuela sobre nosotros, pero ella ya lo sabe y aunque sé que seguro estará feliz, es la primera vez que conoce a alguien como mi novio —confesó Paris con un poco de dificultad. Sebastián quedó sin palabras, él parecía ser la primera vez de Paris