Al terminar las clases en la universidad, Madison se despidió de Paris, estaba nerviosa y no dejaba de pensar que vería nuevamente a ese profesor desagradable que le encantaba tanto.
Paris se despidió de ella con una sonrisa y la pelinegra abordó el auto que su padre había enviado a recogerla.
Madison llegó a su casa cerca de las tres de la tarde, tomó una ducha y pronto comenzó a vestirse. Inconscientemente la joven estaba demorando más de lo normal en vestirse y de igual manera se estaba arreglando mucho más que en otras ocasiones, al notarlo, de inmediato Madison se retiró la ropa que se había colocado, pues parecía que iría a alguna fiesta. Sustituyó su atuendo por unos leggins negros y un suéter rojo que dejaba su hombro izquierdo al descubierto, Madison se sintió mucho más cómoda d
