¡Hmph!
Llamarlo a él como un ente del mal, ¿Qué le pasaba a aquel estúpido? Imer no podía entenderlo, se sentía muy ofendido por aquel desconocido que osó faltarle el respeto como si no se tratase de alguien importante como lo era él, su lobo interior aulló indignado al mismo tiempo que el humano bufaba molesto.
Quería hacer desaparecer a aquel individuo irrespetuoso, cuando escucho unos suaves quejidos, provenientes de la camilla en la que Samantha con su tierno rostro amoratado por los golpes antes recibidos se encontraba.
—Iré a golpear a esos bastardos —Imer dijo con voz contenida.
Ver los labios destrozados de su alfita le ponían triste en demasía, se sentía tan impotente por no haber estado para su linda Samantha cuando esta estaba siendo abusado por aquellos salvajes que no te
