James toma de la mano a Grace, sin decir una sola palabra sale con una sonrisa en su rostro, se dirigen hasta el estacionamiento, como todo un caballero abre la puerta para que su esposa entre. “Cualquier persona piensa que realmente eres un caballero, y la verdad es que eres muy detestable James”, dijo con ironía. “Y cualquier persona que te ve, seguro piensa que eres una blanca Paloma Grace”, le respondió con la misma ironía. Ambos se miran al mismo tiempo y se ríen de sí mismos, James enciende el auto y se marchan de la empresa. Le tomó aproximadamente veinticinco minutos en llegar a la mansión. Grace se bajaba del auto pero James no lo hacía, Grace no quiso preguntar pero tampoco quiso quedarse con la duda. “¿No entrarás?”, preguntó Grace con voz cortante. “¡No! ¿Olvidas que teng