CAPÍTULO 18: EN EL MOMENTO Y LUGAR EQUIVOCADO
- Cariño vas a llegar tarde - susurro entre besos a mi mujer
- No me importa, no hay urgencias allá, aquí si -
Mi esposa no me deja seguir hablando y me besa con abandono y quién soy yo para no darle lo que necesita cuando está necesitada.
Nos quitamos la poca ropa que habíamos apenas alcanzado a ponernos después de haberlo hecho en el baño y pronto estamos en nuestra cama dándonos placer.
Mi esposa me monta con tanta pasión que no creo que aguante mucho, empiezo a contar de cinco en cinco desde el 100 al 1 para tratar de retrasar el orgasmo, pero está mujer sabe qué hacer y qué cosas sucias decirme al oído para que me dispare como un cohete, afortunadamente ella se viene tras de mí.
La risita de colegiala de mi esposa me hace reír a mí también, la beso hasta que estamos nuevamente calmados.
- ¿Una ducha rápida? - me pregunta con picardía
Al diablo las responsabilidades, primero mis deberes conyugales.
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- Hasta que el señor se digna a llegar y míralo como viene, todo envalentonado y con el pelo mojado - dice Asher al verme bajar de mi auto en casa del abuelo Frank.
- Si viste que ya era tarde, ¿porque no te fuiste hace rato? -
La sonrisa de Asher desaparece y la reemplaza un ceño muy fruncido, una mirada de enojo con preocupación que no me gusta nada.
-Bueno, sobre eso, April no quiere salir hoy de la casa - dice
-Porque, ¿paso algo? -
- Recibió un mensaje de texto temprano en la mañana que la dejo con escalofríos-
- Mierda -
- Si y de la apestosa, vamos adentro, Nana Jade está consintiéndola, para variar -
- No seas celoso -
- Oye solo digo, fue primero MI Nana Jade -
- No me hagas hablar de jerarquías -
Dejo de lado las bromas con Asher, entro a la casa y voy directo a la cocina a buscar a April, la encuentro justamente siendo abrazada por Nana Jade mientras se toma una malteada.
- Perdón la tardanza, Maggie tenía una crisis - me excuso cordialmente - Hey April, ¿Cómo estás? - pregunto al acercarme a ella
- Asustada, mira -
April saca su celular del bolsillo de la sudadera con capucha rosa que lleva hoy puesta, cortesía del abuelo Frank, y me muestra el mensaje del que me habló Asher, solo dice: Hola bebulicona, ¿me extrañaste?
- Es él Luke, es Donald, él es el único que me dice así -
- ¿Reconoces el número? ¿Es el mismo de la vez pasada? -
- No lo recuerdo -
Asiento y tomo captura de pantalla del mensaje y me lo reenvío, enseguida se lo paso al hacker que tenemos en nómina a estas alturas y pocos minutos después me contesta diciéndome que no es el mismo número, pero si está a nombre del mismo que los mensajes pasados, una empresa fantasma.
- Maldición- mascullo enojado
El abuelo Frank entra a la cocina, toma un vaso de jugo de naranja y me hace señas para que lo siga, voy detrás de él hasta su despacho donde me interroga sobre el mensaje que April recibió, le digo lo que encontró el hacker y se queda echando humo.
- Llamé a los chicos de seguridad que tengo dándoles vueltas a toda la familia, incluida April y no han visto nada fuera de lo normal - me dice
- Viejo esto no me está gustando, además tengo este mal presentimiento que no me ha dejado desde hace unos días –
- Yo también lo siento hijo, tenemos que estar más alertas, ahora que nunca -
- Llamare a Payton, quiero saber cómo van las pesquisas, le informaré la situación y veremos qué más podemos hacer, por lo pronto, sigamos cuidando a April -
- No necesitas decírmelo dos veces, la niña se ha ganado nuestro corazón, la cuidaremos como si fuera una nieta más -
Hablo más tarde con el asistente del Fiscal y en una hora estoy en una reunión extraordinaria con los hermanos Latham, Payton y el abuelo Frank en la oficina del Fiscal.
- Gracias por venir tan rápido - dice Thomas
- Sonabas urgente, así que aquí estamos - contesta Frank
- Lo es, hemos hecho nuestras averiguaciones, ya saben, debemos corroborar todas las pruebas que nos entregaron - todos asentimos - los peritos forenses dieron su veredicto sobre la placa, la muestra fue difícil de verificar por el tiempo sin embargo estaba bien conservada, fue un arma de doble filo que la haya dejado en un lugar bastante decente en vez que, a la intemperie, la muestra coincide con el ADN de Susan Walker -
- Maldito - susurra enfadado Frank
- Además la forma coincide perfecto con la descripción de una de las heridas de Susan, el corte en la pierna derecha para ser más precisos –
Thomas extiende dos fotografías, una pertenece a la autopsia de Susan y otra es de la matricula, esta última tiene una acotación donde se evidencia la exactitud de la forma con la herida que encontraron los médicos en el cuerpo de Susan.
- Esas son grandes noticias -
- Aun hay mejores - Thomas extiende un expediente sobre el escritorio para que miremos todos a la vez - nuestro sospechoso está en el sistema, arrestado durante una riña en un bar, le encontraron un arma blanca, dijo que no era de él, pero solo tenía sus huellas y con dicha arma hirieron al hijo del dueño del establecimiento, estuvo preso durante 8 meses además de pagar una indemnización por daños y perjuicios - Thomas saca otro informe y lo pone junto al anterior - este señores, es el informe forense sobre la búsqueda de huellas en la matrícula, la placa metálica tiene dos huellas perfectamente cuidadas que coinciden con las de Donald, además - saca otro documento para completar el juego - también coincide con la huella parcial encontrada en el allanamiento de morada de los Farrell -
- Mierda, lo tenemos- dice Colton con una sonrisa de oreja a oreja
- Totalmente jovencito, con todo esto tenemos lo suficiente para solicitar una orden de captura, súmenle a eso el presunto hostigamiento contra su hijastra y sus antecedentes violentos, no tiene por dónde escapar está vez -
- Al fin – la voz del mayor de todos es cruda - Oh Dios mío - el abuelo Frank se quiebra - al fin mi hija va a tener justicia -
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APRIL
Cuando era niña odiaba quedarme sola en casa, era el momento en el que el desalmado de mi padrastro aprovechaba para hacerme más daño. Aún no me siento cómoda estando sola en la casa, a pesar de que hace un tiempo así vivo aquí, con las visitas esporádicas de Matilde y su gato claro, quienes en un principio hasta dormían aquí conmigo.
Poco a poco fui necesitando menos su presencia, ahora la reemplazo con luces nocturnas y siempre dejo música relajante encendida, pero ese miedo que te cala hasta los huesos ha vuelto, ahora tengo la certeza de que mi padrastro sabe dónde estoy y como encontrarme, los recuerdos me inundan y siento tanto frio que ni la capa extra de ropa que tengo puesta parece funcionar.
- Debiste decirme que necesitabas y donde buscarlo y yo podría haber recolectado todo niña terca –
El regaño de Matilde me regresa a la realidad y al presente, me vi obligada a volver a mi casa para buscar unos documentos que necesito para la universidad.
- Aunque te hubiera explicado como encender la computadora, no hubieras podido hacerlo Mati –
- Ese cachivache infernal – refunfuña la anciana – bueno, en ese caso, adelante –
- Seré rápida, ¿cómo va todo por aquí? –
- Normal, todo tranquilo, sin ninguna novedad importante – la miro elevando una ceja sabiendo que oculta algo - Oh ya sabes, las mismas tonterías entre vecinos, que, si el ayudante del panadero se acuesta con la hija del carnicero, que, si el de los periódicos le robo al del quiosco, cosas sin importancia de barrio chismoso –
Me rio de sus comentarios sintiéndome un poco más ligera, así que aprovecho y subo a mi habitación, enciendo la computadora y rápidamente busco los archivos que necesito, los subo en la nube junto con otras cosas más y mientras todo va cargando, voy al baño.
En cuanto entro, se me hiela la sangre. Allí, frente a mí, sentado sobre la tapa del inodoro de mi baño, esta mi peor pesadilla, jugando con una navaja en sus manos…
- Cuanto tiempo sin verte bebulicona, pensé que nunca ibas a volver a casa –
Me quedo estupefacta, las palabras no me salen, mis músculos no reaccionan.
- ¿Te comió la lengua el ratón? –
Él se burla de mí, él sabe que cuando me asusto me paralizo, él me conoce más que nadie, él sabe mis puntos débiles, porque él los creo.
- Hoy me siento generoso niña, porque no le dices a la vieja chismosa que se vaya a casa un rato a ver si la marrana puso, así no la involucramos en nuestros asuntos, ¿Qué me dices bebulicona? –
Asiento a duras penas, él se levanta y se ajusta el cinturón, es cuando veo un arma, el sudor empieza a aparecer en mi espalda.
- No le hagas nada – susurro
- Depende de cuan convincente seas niña, ahora apúrate y no hagas nada estúpido –
Él me señala con la cabeza la puerta, retrocedo hasta salir del baño y salgo de mi habitación, bajo temblando las escaleras y llego hasta la cocina donde Matilde está terminando de hacer un sándwich.
- Bueno mi corazón, te prepare… - su voz se corta cuando me ve – nena que pasa, estas pálida –
- No me siento bien Mati – le digo con voz queda
- Ay nena, eso debe ser que no desayunaste hoy, mira, comete esto – Matilde me tiende el bocadillo - voy a ir a mi casa por unos brownies que hice ayer, aunque no tienen dulce de leche que tanto te gusta porque realmente me dio flojera ir ayer a la distribuidora –
Gracias al cielo, eso es lo que necesito para alejarla de aquí.
- Mati, Mati de mi vida – pongo todo de mi para que mi voz salga más azucarada que sus brownies, ella me mira y sonríe – porfis, porfis, porfis –
- No me hagas caritas nena –
- Pooorfiiis –
Ella se hace la que lo piensa y yo grito en mi fuero interno, por favor acepta, ¡tengo que sacarte de aquí ya!
- Creo que un poco de dulce de leche es lo que necesito para sentirme mejor –
- Si claro, como no, embaucadora –
Matilde se ríe, pero al final acepta ir a comprar el dulce, para llegar a la distribuidora caminando se tardará unos quince minutos, mientras compra, podrían ser otros veinte ya que siempre se queda hablando, más otros quince de regreso, eso da el tiempo perfecto para saber que quiere Donald de mí.
Matilde se va y al cerrar la puerta tengo el impulso de salir corriendo y gritar lo que está pasando, pero recuerdo el arma que tiene el desquiciado de mi padrastro y me trago la frustración que siento y dejo que la anciana se vaya sola.
Unos segundo después, escucho aplausos, me giro y mi padrastro está bajando las escaleras, a cada escalón que baja lo acompaña un aplauso.
- Que buena actuación hiciste niña –
No le contesto, él llega hasta la cocina, como es abierta puedo verla completa desde la entrada, me hace señas hacia uno de los taburetes junto a la isla en el centro de la estancia y con pasos derrotados me acerco y me siento.
Donald se acerca a mí y antes que pueda reaccionar, me toma de la cola de caballo y estampa mi cara contra la fría loza, el dolor en mi nariz me hace jadear, el crujido me da ganas de vomitar y puntos negros vacilan en mi visión.
- Bien, ahora vas a explicarme, que mierda haces ayudando a que me metan preso, maldita traidora de mierda -