Lo había encontrado. Finalmente, después de más de un año buscándolo, había encontrado a su ángel otra vez. Tal era la emoción que sentía León, que ni siquiera había podido dormir realmente tras volver a casa. Si era sincero, incluso había sido difícil para él ver partir al omega tras el termino de la fiesta, la cual, lamentablemente, sucedió más pronto de lo que deseó y realmente se lamentó durante toda la noche el haber llegado atrasado. Si tan solo hubiera aparecido desde el principio, habría tenido la oportunidad de encontrarse antes con el hermoso omega y hasta de acercarse para volver a hablar correctamente con este. Pero como no podía cambiar el pasado, León no pudo hacer más que verlo partir con el hombre que descubrió que era su padre, Antoni Crowell. Había escuchado aquel