Clases Drama

1225 Words
Llegar la instituto ha sido un gran sacrificio para ella desde que empezó, maneja lo mejor que puede su tiempo, aprovecha que su preadolescente mayor la ayude, aunque no es feliz al convertir a su hija en una especie de niñera, sabe que de no hacerlo no tendrían suficientemente dinero para la casa y sus hijos lo entiende, y la ayudan. ─¿lista para la prueba de hoy? ─pregunta una de sus amigas en el instituto. ─No tanto como quisiera, pero... que sea lo que Dios quiera. ─ríen a carcajadas sin parar. ─Chicos. ─asoma la cabeza una de las profesoras del instituto. ─hoy tienen una charla motivacional, así que suban al auditorio. Ahora, que ya está por empezar. ─dice y se va. Todos empiezan a tomar sus cosas y se apresuran a ir al auditorio a toda prisa. Entre comentarios y risas todos forman grupos para ir al área del auditorio como lo ha dicho la profesora, por el contrario, ella solo toma su bolso y sigue a los demás. Tan pronto como suben las escaleras hasta el segundo piso donde está el auditorio, uno por uno va entrando al lugar donde ya hay varias personas. Ella se va directo hasta el final de la lista, deja sus cosas de lado y se dedica a escuchar con atención el tema a explicar en el auditorio. Uno que otro comenta y murmura, por lo que se les llama la atención un par de veces, pero fuera de esos inconvenientes el tema se lleva con normalidad. Tan pronto como finaliza toda la charla, todos se levanta y empiezan a salir en total caos. Ella no es mujer de caos, no le gusta el desorden y el escándalo, así que se limita a esperar que todos salgan para ella poder salir. Así, cuando el auditorio está únicamente con los dos maestros, y ella, sale despacio del lugar. al salir choca sutilmente con alguien, al levantar la mirada ve a un joven algo tímido con su mirada clavada al teléfono. ─Buenas noches, ¿es nuevo? ─pregunta con la familiaridad de quién conoces hace años. ─Hola. ─sonrie algo tímido mientras asiente, sin despegar su mirada del teléfono. ─¿También va a dar la charla, o ya no? ─vuelve a preguntar. Ella no es de las que habla con tanta formalidad, pero por alguna razón se siente cómoda al hacerlo con aquel muchacho. ─No. ─levanta la mirada y camina un par de pasos sin dejar de mirarla, pero ahora ella es la que ve la hora en su teléfono, en cuanto ella levanta la mirada a él, este la regresa a su teléfono. ─no, soy nuevo. Soy un profesor nuevo. ─dice caminando con la mirada al frente. ─¿Y qué materia va a dar?, ¿inglés? ─pregunta solo por casualidad, ya que presidente es la materia me la que no tienen profesor. ─Sí. ─sonrie al verla, y es la primera vez que sus miradas se cruzan. ─¿tienen clases ya? ─No, de hecho nos enviaron fichas a realizar, pero nada más. Él asiente y ahora no puede dejar de verla. Al llegar a la puerta del salón, se detienen y ante la multitud ella se aparta y él regresó su mirada tímida al teléfono. Tan pronto como se aleja, puede ver mejor al nuevo profesor de inglés. Es alto, delgado, tez algo pálida, su peinado es impecable, su camisa a cuadros, pantalón y zapatos casuales, lo que lo hace ver increíble, pero su postura algo encorvada, su manía de levantarse el pantalón agarrándolo por la pretina al moverlo en círculos, se ve gracioso. En cuanto abren la puerta y empiezan a entrar todos, cada uno toma su asiento. ─Buenas noches... ─dice el joven de camisa a cuadros entrando algo encorvado con una mochila negra al hombro. ─A partir de ahora seré su profesor de Inglés, mi nombre es Isaí Matías. Estoy aquí para ayudarlos, si algo no entiende siéntanse en la confianza de preguntar. Ninguna pregunta es mala, lo malo es no preguntar. ─dice mirando uno por uno las personas presentes en ese salón, hasta que llega a ver a aquella mujer cansada, algo despeinada y que luce cansada, pero tiene una gran sonrisa. ─Lo haremos todo de tal manera... ─pese a haber pasado todo el día ensayando su discurso al verla, hubo algo que le llamó la atención de tal manera que olvidó su discurso. ─Una vez dicho esto... empecemos. Una de las mujeres en la segunda fila frente al escritorio no tarda en levantar la mano con una sonrisa. ─¿Es soltero? ─pregunta de lo más divertida como quien ha hecho una travesura inocente. ─¿Alguna pregunta sobre la clase? ─pregunta evitando ver a aquella chica, pero no puede evitar sonreír, pero es entonces que aquella mujer que antes ha llamado su atención, levanta la mano. ─Solo tenemos una clase de Inglés, pero nadie la ha revisado, ¿usted lo hará? ─pregunta sin dejar de ver su tarea de ingles, asegurándose de que todo esté perfectamente bien. ─Así es... Usted es... ─empieza a revisar la lista que tiene en su teléfono. ─Torres... Angel Torres. ─dice muy tranquila. ─¿Ángel?, ¿así se llama?, ¿o es Angela? ─Angel. ─dice algo avergonzada, ya que toda su infancia sufrió bullying por su nombre. ─Yo le digo que es nombre de hombre, ¿verdad? ─dice aquella mujer que antes le ha preguntado si es soltero mientras ríe sin parar con tono burlón. ─No, para nada. De hecho es un nombre muy bonito, y es realmente el nombre original, ya que incluso "Angela" es modificado. ─dice, haciendo que por fin deje de reír aquella mujer. ─Así es. Solo es información para buenos conocedores . ─dice mirándola con desagrado a la mujer que se ha burlado de ella. ─Bueno señorita Torres, así es. Yo voy a revisar las tareas que tengan anteriores. ─reitera nuevamente con una sonrisa. Uno por uno empiezan a hacer preguntas respecto a la materia, mientras Ángel solo continúa revisando sus tareas y continúa repasando algo de la prueba que les van a tomar después del receso, pero por alguna razón a Isaí Matías no hay dejado de verla, hay algo en ella que le hace pensar y sentir que realmente ya la había visto antes, pero al mismo tiempo, de conocerla, él lo sabría. Durante toda la clase, ve a todos tratando de identificarlos por sus apellidos, pero aleatoriamente no deja de ver a Ángel. No es sino hasta que termina la clase, que Ángel levanta la mirada a su profesor, y este, después de estar toda la clase totalmente serio, pero al verla sonríe, justo antes de desaparecer por la puerta. ─te juro que me dan ganas de golpear a la desgraciada de Mercy, es tan idiota y es como si nunca en su vida le hubiesen dado atención. ¿Si la ves como se vuelve loca por la atención? ─pregunta mirando en dirección a esta mujer. ─No me interesa. ─niega con la cabeza, no ha dejado de intentar entrar en su correo , ya que tiene tres correos por ver, pero no ha podido desde que llegó. ─cada quien es libre de hacer lo que quiera, y a mi me da igual. ─dice, algo que parece no importarle mucho a su amiga, ya que se aleja y va con otra amiga.
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