Presente de Thomas.
Cuando Elli extendió su libreta hacia mi para que leyera las cartas dirigidas a mi supe que dolería. Imaginé que me maldeciria por no llamarla o buscarla que en cada hoja me estaría quemando.
—Uff esto va a doler— me dije para mi mismo.
Si Elli había usado las cartas como yo me había desahogado en las mías temía encontrar mucho sufrimiento.
Deje que se fuera hacia la cocina, no quería ver una mirada penetrante sobre mi cuando leyera mis notas.
El cuaderno era pequeños de espiral dorado con un estampado de flores barrocas en colores calipso y rosa pastel. Lo abrí y pasé las primeras dos hojas en blanco.
"Querido Tomto", fue la frase que me dio la bienvenida. La epístola era de letra clara y curvada, con fecha, y lugar; cartas perfectas y llenas de dedicación en c
