En la mañana siguiente llegamos al taller donde guardan los autos de carrera, hombres con overoles grises con un grabado en el pecho y espalda. Carson Motor en azul Rey me presentó personas de su equipo y una que otra promotora que le sonrían con descaro y él le responde con suaves roces o nalgadas. Aprovecho a fotografiar todo lo que puedo del lugar, es asombroso en lo que el hombre pierde el tiempo.
_ ¿Tienes hambre? Porque yo no creo aguantar un minuto más sin comer
Comentó Adrián de regreso a casa, el atardecer está oscuro, la amenazas de lluvia no se van, así que no paramos de trabajar, aprovechando la poca luz solar para algunas tomas. También tengo hambre.
_ Soy capaz de comer Hagiis debajo de un puente
Se carcajeó Sabe que odio dicho platillo
_ Te llevaré a comer el pollo frito más rico de Escocia
afirmó sonriente al cruzar por una vía que yo nunca había visto eso sería genial contesté sonriéndole Al paisaje que a pesar de estar gris no (opacá) la belleza de la capital Cómo dijo llegamos a una pequeña tienda donde cuatro mesas y una mujer con un bol de aceite fríe pollo ensalzado y empanizado la gente común saludo Adrián que por lo que veo es conocido en el lugar comí tanto pollo frito que pensé que me reventaría no deseaba levantarme de la silla Pero mis pies estaban fríos al estar solo en calcetín con una finas sandalias planas bajo de ellos El dolor del dedo me obligó a abandonar el calzado adecuado
_ Es hora de regresar, tengo frío
informe
_ Pagaré la cuenta a Y otra cosa, voy a correr en el circuito Engliston. Quiero que vayas y tomes mucha fotografías. Solo tendré Gloria en estas carreras y no quiero olvidar ninguna.
Comentó con orgullo
_ Estaré en primera fila, Te lo prometo
Le sonreí para recibir sus gracias
_ Iré por el auto, la lluvia se acerca. Espérame en la tienda de revistas.
Señaló el cielo y una gota cayó en mi frente para seguir lo señalado. Él salió con paso apresurado. Caminé con el celular en la mano, tecleando a Amanda que me espere en casa. Pero al yo buscar el camino hasta la tienda, llegó a sucederme algo extraño y bochornoso a la vez. una de mis sandalias se rompió cual baratija en medio de la calle.
_ Rayos Dónde compraría estas porquerías?
pregunto al viento al recogerte tal porquería, pero el bocinazo de un auto oscuro me dio un susto de muerte. La chancleta terminó en el pavimento del susto y se señas de alto. Recogí las sandalias, pero este tocó la bocina por segunda vez y una mano varonil vestida con un reloj dorado deduje de oro más camisa blanca salió por la ventanilla y me pidió el paso. Obedecí y el vidrio polarizado escondió la mano nuevamente.
_ Aisha, sube té, estás empapando
Adrián a mi costado en su Bugatti Byron subí al auto Estar con Adrián es relajante ve la vida, con una perspectiva pocos sufribles. Así que regresé todo el camino sonriendo.
_ Mira
le enseñó el daño
_ Te lo dije, que usar esa mierda con hilos de plata por correas te dejarían en vergüenza.
Cállate, pájaro de mal Agüero Golpea su hombro muerte de risa por su comentario acertado de hace unas horas
A la mañana siguiente, después yo aguantar el latir de mi dedo en la cola de la cafetería que queda diagonal a mi estudio, un café con crema espantaría el malestar que sentí esa mañana, o por lo menos eso creí, ya que al estar justo frente al estudio, un chico barrió mis pies con su patineta y el café doble de Janet. Mi asistente terminó sobre mí. Unas pocas manchas en mi camisa de botones blanca y mi sobre todo azul.
_ Me lleva el diablo Maldita suerte
al dolor del dedo intensificarse por mil
_ Lo siento Gritó
el endemoniado al volverse a subir a su tabla del dolor.
_ Bueno, no lo hagas porque te odio
Prácticamente le grité con los ojos enrojecidos. Al entrar al estudio, echó el recipiente del café a la basura.
_ Janet: llámale al Spa, demandaré la manicurista hazlo ahora esa idiota
Refunfuñé hasta entrar en mi propia oficina, ignorando las personas que están en la sala de espera. Al estar en mi silla, saqué las botas y maldecía al ver que el calcetín se había manchado de sangre. Al retirarla con delicadeza. Como una maldición más, el teléfono del escritorio sonó hasta caer el contestador.
_ Aisha: Hola, No sé cuántas veces te he llamado. Necesitamos hablar. No sé, dejar algunas cosas claras. Podemos hablar sobre las propiedades o las cuentas bancarias mancomunadas. Hacer todo legal entre los dos. Llámame cariño. Lo siento, no sé qué más decir.
Escuchar su voz removió mi corazón, pero una voz de trasfondo lo encendió en llama.
_ Conce, lo prometiste, nada de trabajo ni teléfono, Solo amor para tu reina
_ As: Silencio, Estoy al teléfono
Al escuchar aquellas últimas palabras me ardieron cuál salen herida levanté la bocina por un momento el escuchar de su respiración dolió, pero cuando volví a escuchar la voz de aquel hombre no supe que sentir
_ cariño eres tú hablemos
dijo, pero el sonido del cerrar de una puerta me llenó de odio lo imaginé con ella en alguna habitación y empecé a gritar imaginando tenerlo enfrente
_ Mira idiota escúchame bien toda esa mierda me tiene sin cuidado ya deja de llamar y dejar mensajes en mi puto contestador
bajo el arranque de furia golpeé la bocina para levantar el aparato completo y estrellarlo contra la pared mi pecho subió y bajó, pero con el carraspear de una garganta masculina rodeé mis ojos en busca del sonido y la sorpresa me invadió al posar mis ojos en la puerta que yo misma había dejado abierta Janet junto a tres hombres y entre ellos El Señor Carlson