DIA UNO. Los dardos le rodean aun metro ala redonda de el, el olor de la flor inunda el lugar. en una mesa improvisada de metal hay todo tipo de dagas, estrellas, lunas de acero, cuchillos, agujas, vendas, cadenas y el latigo de kiara. Me acerco arrastando la silla y hago jirar la manzana entre mis manos. El no alza la mirada esta esperando por mi. Coloco la cilla frete a el con el respaldo hacia el. Así cuando me siente quedará pegado al respaldo. Me hinco junto a él dejando que nuestros cuerpos se rocen, saco de mi cabeza la llave que abre la cadena de castigo de su pecho. La cual parece a simple vista inocente, pero basta con tensarla para que se apriete contorno al cuerpo de Israel cortándole la circulación. Estoy demasiado cerca de el… lose, pero no puedo comportarme de otra maner