Sí, era nada más y nada menos que su hermano Armando con una joven, Titi lo abrazo y le dijo:
—Armando que bueno que te veo, pero estas bien.
Él la abrazo, correspondió al abrazo, Titi le dio unos besos en la mejilla y el también a Titi, mientras tanto Sejmet los veía con ira y enojo, Ernesto la vio y estaba a punto de decirle que eran hermanos, cuando ella, Sejmet le dijo:
—Oye me has engañado, tienes mujer y no me lo dijiste, pero eso si nada más quieres estarte besuqueando conmigo que te pasa.
—No, no espera no te enojes, lo que te estas imaginando no es cierto, yo no tengo novia y ella es mi hermana Nefertiti.
Semejante respiro profundo hizo a lo que dijo:
—De verdad, si eso es cierto, Titi lo que me está diciendo Armando es cierto.
Titi al ver tan bochornosa situación y que esta última, era una diosa y sabiendo del poder que ella puede tener le contesto:
—Sí, sí, si el Armando es mi hermano y el que es mi prometido es el Ernesto.
Ernesto y Armando se quedaron sorprendidos, pero viendo la situación los dos respondieron.
—Sí, sí, si así es.
Después de este acontecimiento tan fuera de lugar, empezaron hablar y Armando les dijo:
—Ella es la diosa Sejmet y está dispuesta ayudarnos y conoce a Amunet.
Ernesto pregunto:
—Y a ¿Dónde van?
—A ver a otra diosa que esta nos puede decir donde esta Amunet.
En seguida Ernesto les platico por lo que habían pasado y les dijo:
—Nos encontramos a un tipo bien malo que casi nos atrapa, pero logramos salvarnos y tenemos que tener cuidado, porque aún nos anda buscando y luego lo que notamos, es que cada que el anda cerca el anillo que trae Titi se enciende, dando una luz muy intensa, después encontramos una puerta que daba a un gran jardín, este era muy bonito, pero Titi no pudo salir del templo, el anillo no la dejo salir y la verdad no sé qué signifique eso, como llegamos hasta aquí no sabemos nosotros, solo seguimos el camino y nada más.
Después Sejmet contesto:
—A ya sé quién es el que quiso terminar con ustedes, él fue Osiri ya lo entiendo, siempre se sospechó que él tenía que ver con la desaparición de Amunet y con esto, estoy segura de que él fue el que la desapareció, siempre estuvo enamorado de ella y se veía muy celoso de Anubis que es el prometido de Amunet, y él es un dios muy vengativo, siempre se tiene que hacer lo que él diga, siempre se sale con la suya, como en este caso de Amunet que prefiere perderla que verla con Anubis, es un ser oscuro —, en eso voltea a ver a Nefertiti a lo que continua. —Pero a ver Titi enséñame el anillo.
Titi estiro el brazo y le dio la mano Sejmet, lo vio, lo examino por todos lados y les dijo:
—Sí, si este es el anillo de Amunet, no cabe duda y si se prende cuando Osiri está cerca quiere decir que él sabe dónde está Amunet y Anubis, porque recordemos de que ambos desaparecieron y a pesar de que los dos son dioses, Osiri es más poderoso que ellos y no sé con qué artes logro atraparlos, así que prepárense por que no va a ser nada fácil liberarlos y en esta aventura, abra situaciones que solo ustedes pueden hacer, es por tal motivo que Amunet los escogió para que la rescataran, chicos adelante.
En seguida Ernesto le dijo:
—Y que túnel es el que vamos a tomar.
—Sí, si la verdad no sé y vamos a tener que separarnos nuevamente.
—Está bien. —contesto Ernesto.
Así cada pareja tomo su rumbo, pero antes Sejmet dijo:
—Esperen, esperen les quiero decir que ustedes dos deben tener mucho cuidado y si llegan a oír voces sin ver a nadie, no hagan caso de lo que dicen y también no todo lo que vean es verdad, la situación para ustedes es más difícil, esto es por el anillo que tu Titi tienes, así que a los que quieren es a ustedes, tengan cuando tengan una duda o se vean perdidos y desesperados, véanlo y él les dirá por dónde continuar.
Ella se quitó un medallón que llevaba colgado en el cuello que se confundía entre tantos collares que llevaba, se lo quito y se lo puso a Ernesto, Ernesto lo vio más detenidamente y este medallón parecía de plata, pero el centro era transparente, alrededor tenía números y letras que no se podían descifrar, el medallón a Ernesto le pareció una brújula, lo tomo con la mano y lo apretó como si esto le diera fuerzas para continuar adelante, pues a pesar de que se la pasaba dándole ánimos a Titi, la realidad es que él se sentía igual que ella y solo ver a Titi es que la que le ha dado fuerzas para continuar.
Después de esto se despidieron, se desearon buena suerte y cada pareja tomo su rumbo, la diosa Sejmet estaba sorprendida y al mismo tiempo conmovida de ver tanto amor, tanta preocupación de todos por todos, esto no existía entre los dioses, ellos son todos tan, pero tan egoístas y superfluos que realmente ver esto para ella, es totalmente nuevo. Eso iba pensando cuando de repente se encontraron con Osiri que estaba también en los túneles, Sejmet le dijo al preguntar:
—Y tú ¿Qué haces aquí?
—Lo mismo pregunto, tú ¿Qué haces aquí?
—A pues voy a visitar a la bruja.
—Mira qué casualidad yo también y este ¿Quién es? —pregunta con disgusto mirando al joven.
—Es mi sirviente. —contesto Sejmet.
Entonces Armando se inclinó ante el en señal de respeto.
—A no lo recuerdo.
—Y desde cuando estas al pendiente de los sirvientes.
—Sí, si tienes razón así que como la bruja va a estar ocupada contigo, después vengo yo, así que me retiro.
Diciendo esto junto sus dos manos, se dio la vuelta y desapareció, Armando hizo el intento de decir algo, pero Sejmet con un dedo que se puso en los labios le hizo una seña de que callara, así que él así lo hizo entonces Sejmet dijo:
—Sígueme bastardo.
Empezó a caminar y Armando la siguió con la cabeza baja como cualquier sirviente, continuaron adelante, después de un rato Sejmet vio su anillo que tenía una piedra de color azul, después se volteó para ver por dónde venía Armando, después él se acercó a ella, ella se acercó más y le dio un gran beso en la boca, cosa que el correspondió, después se separaron y ella dijo:
—Sabes me encanta como besas y me parece que me estoy enamorando, porque no quiero estar sin ti y cuando me besas quisiera estar contigo en una cama, haciendo el amor como ustedes dicen, porque para nosotros solo es sexo, pero cuando te beso, siento algo que nunca había sentido, así que imagino estar contigo es estar en el cielo con los verdaderos dioses.
Armando se sonrojo de lo que ella decía, todo esto sin ninguna malicia o morbo, lo decía tan sencillo como si esto fuese muy normal pues las diosas hacían el sexo con quien quisieran, no importaba si era uno de los suyos o era solo un sirviente, en ellos solo había deseos carnales, sin ningún otro sentimiento, Armando no sabía que hacer así que para cambiar de tema le dijo:
—Vamos continuemos adelante.
Pues para él no era muy agradable, más bien era incomodo que ella le hablara así, nunca una mujer había sido tan lanzada como esta, así esto lo incomodaba, después continuaron adelante y ella dijo:
—No sé, pero me temo que alguien no quiere que veamos a la bruja y no quiere que lleguemos, hasta allá siento en el ambiente algo raro, así que hay que tener cuidado.
Así continuaron, cuando llegaron a la orilla de un lago este era grande y la otra orilla estaba muy lejos, pero este no era un lago normal, este lago parecía que hervía y sus aguas eran espesas y rojas, salían a la superficie burbujas que se reventaban al salir, pero tenían algo curioso, no olían a nada, no se percibía ningún olor, entonces Sejmet le dijo y rápidamente, lo detuvo, cuando de pronto el resbalo, ella de inmediato lo jalo hacia atrás y le dijo:
—Ten cuidado esto no es agua, es lava, es un lago de lava candente si lo tocas ya no lo cuentas, si metes un dedo ya con eso estarás muerto, pues al tocarlo eso caliente de la lava es tan candente que se va esparciendo por todo tu cuerpo, hasta que quedas totalmente calcinado es como si caminara quemando todo tu cuerpo, me entiendes.
Armando totalmente sorprendido le dijo:
—Sí, sí, si ya lo entiendo, tendré más cuidado.
Lo que Armando percibió es que esta lava no tenía olor, pero tampoco se sentía calor alguno, el clima era normal, no había humo, nada, solo el peligro de tocarla, después Armando pregunto:
—Y ¿Tenemos que atravesarlo?
—Claro que sí, este es el camino y si no lo atravesamos nunca llegaremos hasta donde está la bruja.
—Y como le vamos hacer, no lo entiendo.
—Vamos Armando no te preocupes por eso vienes conmigo, por si ya se te olvido yo soy una diosa y tengo mis maneras de llegar a donde yo quiera, me entiendes verdad.
—Sí, sí pero no veo la manera.
—Ya verás. —dijo ella.
Después en seguida ella empezó a balbucear unas palabras que realmente no se entendían, armando se quedó viendo sin creer lo que veía, sus manos dieron varias vueltas y enseguida aparecieron ante los ojos sorprendidos de Armando dos enormes leones, con unas grandes alas, estos eran muy grandes de color blanco, sus grandes melenas los hacían verse aún más grandes, estos cuando aparecieron se acercaron a Sejmet como si fueran dos enormes gatitos, la rodearon, dieron vueltas alrededor de ella cuando ella los acaricio ellos se echaron junto a ella, enseguida Sejmet le dijo a Armando.
—Ven súbete a uno de ellos.
—Si a cuál. —respondió Armando.
—Al que tú quieras.
—Pero no sé.
—Vamos no tengas temor, ellos no te harán nada mientras yo no les ordene nada.
En seguida Armando se subió a uno de ellos, no podría decir a cuál pues los dos eran totalmente iguales, se acomodó en el agarrándose de su gran melena, Sejmet se subió al otro con una agilidad que Armando no había visto en ella, enseguida les dijo acariciando al que iba subida ella.
—Vamos precioso, crúzanos este gran lago.
En eso los grandes leones blancos empezaron a elevarse sin ninguna dificultad, agitando sus grandes alas, Sejmet grito a Armando.
—¡Agárrate fuerte no vayas a caer!
—¡Si, si, si claro! —respondió el al decirlo fuerte y con un breve grito muy claro.
Y si, él iba bien agarrado de aquel león tan extraño para él, Armando pensaba si todo esto por lo que estaba pasando era un sueño, esto no podía ser verdad, si lo contaba nadie se lo podía creer, se burlarían de él, así que solo movió la cabeza y continuo. Así volaron un rato pues el lago era inmenso.
Por fin llegaron al otro lado del lago, los leones se pararon y enseguida se echaron para que ellos bajaran sin ninguna dificultad, enseguida, después de que bajaron Sejmet los volvió acariciar y les dijo:
—Gracias, gracias mis pequeños felinos es hora de que regresen a casa.
Ellos se pararon y empezaron a volar perdiéndose a lo lejos de la oscuridad, al final solo se veían dos puntos blancos entre esa oscuridad tan espesa, cuando armando vio a su alrededor pensó para sí mismo, pareciera que esta oscuridad tan intensa tuviera vida y se hubiera devorado a los dos inmensos leones, cuando Sejmet le hablo era como si el hubiera reaccionado, como si esa oscuridad también se lo estuviera devorando también a él, movió la cabeza y dijo:
—Perdón no te oí, dime.
—Amor que sigamos adelante. —dijo ella.
Él solo sonrió y empezaron a caminar entre rocas y piedras, que eran igual de negras como la misma oscuridad, solo se alumbrada el camino por la luz que emanaba de Sejmet, ella entre esa oscuridad de sus ropas y cuerpo salía esa luz que solo los alumbraba a ellos, para así ver por dónde iban. Después conforme iban caminando, esa oscuridad iba desapareciendo y poco a poco se iba aclarando, armando se dio cuenta que poco a poco salían de la cueva.
Cuando terminaron de salir, ellos salieron en la cima de una colina, en donde se veía un inmenso paraje, solo de piedras grandes, rocas y tierra, no se veía nada de color, solo el color de las rocas que eran de color gris en diferentes tonos, al igual que la tierra que pisaban. En eso Sejmet le dijo:
—Bueno bajemos y caminemos, tenemos que llegar hasta ese punto verde que se ve a lo lejos.
Armando lo alcanzo a ver y en verdad era un punto verde que se veía a lo lejos, Sejmet le dijo:
—Armando tienes que ir o atrás de mí, pisando donde yo piso o junto de mí.
Armando solo asintió, al seguirla y mirar las pisadas de Sejmet.