Jugar con fuego en aguas misteriosas era uno de los hobbies favoritos de Alexei, le encantaban los colores que el fuego emanaba y solo un tonto negaría el poder que esas llamaradas amarillas imponía, le gustaba ver como las personas trataban de huir sin éxito alguno, pero los italianos fueron rápidos y el fuego no logro hacer muchos estragos antes de ser controlado. Desde su posición en esa azotea, lograba ver como un sequito de autos rodeaban el puerto y la mercancía era sacada con rapidez buscando tener la menor cantidad de perdidas, rápidamente sus franco tiradores se dispusieron a apuntar en contra de los recién llegados quienes llegaban a una fea emboscada. El fuego era solo la atracción y ellos llegaron como las hormigas a la azúcar, habían caído en su trampa y ahora verían la real