Ver esa escena en la que ella entraba a su habitación con Franco casi hace que se ahogue con su propia lengua, no podía, ella no podía estar con alguien más, Alex era suya y eso lo iba a demostrar solo cinco minutos, solo cinco necesitaba para tratar de minimizar el daño y recuperarla. Sabía que Monserrat no le contaría todo, ella no entraría en detalles porque ese no era un tema de su incumbencia, pero la muerte repentina de su tío le dejaba claro que ella había intervenido por el bienestar de su prima y se lo agradecía, aunque debió ser él. Él era quien debía ir por ella y rescatarla de los brazos que la tenían cautiva quitándole la respiración, pero él le había dado la espalda.
Aun recordaba que la noche de la lujosa boda italiana, él se encontraba en su nación viendo desde su computad
