Esa noche era solo para que los invitados se conocieran un poco, como tal el carnaval iniciaba al día siguiente, pero desde ya la tensión se sentía. El salón estaba prácticamente dividido en dos orientales y occidentales. En si ese carnaval era creado solo para la diversión de los Angelucci, les encanta ver el mundo arder y sentir como todos menos ellos se quemaban en la abrazadoras llamas del infierno, ese era un gusto culposo que tenían las tres mujeres quienes ahora interactuaban con total normalidad entre los invitados. - Buenas noches. Dijo la menor de la familia, siendo recibida por un abrazo fuerte y un beso en la frente. - Me encanta verte bien Principessa. Serkan la conocía, al igual que con su hermana eran grandes amigos y él era de los pocos que sabían de su exist