Capítulo 2

1050 Words
Anneliese Observó como el ataud poco a poco es enterrado y siento ese sentimiento de opresión en mi pecho al saber que ya no la volveré a ver nunca más Aun así mantengo mi rostro inexpresivo sin mostrár estos sentimientos, cuando el funeral finalmente termina, todos se retiran dejandonos solo a mi ex cuñado, su amante, Fabricio y yo -Ya que todos se han ido, responde.. ¿Quién eres?- pregunta el nuevamente Yo sonrió de forma burlona ante su tonta pregunta, es más que claro que soy la gemela de su esposa pero al parecer el no quiere aceptar esta realidad -Soy Anneliese Minelli, la hermana Gemela de Rosalie, en pocas palabras, tu ex cuñada- digo con la misma burla El me mira aun incrédulo pero no me importa -Señorita, si quiere podemos regresar ahora- dice Fabricio Yo asiento y me alejo sin importarme dejarlos a ellos atrás, Fabricio me lleva de regreso a la mansión donde las empleadas ya están subiendo mis cosas, yo espero mientras ellas ordenan Arturo e Isabel entran en ese momento y al verme en la sala de estar sentada como si nada fruncen el ceño -¿Que demonios haces aquí?- pregunta el -Pues veras... Esta es mi casa, por lo tanto tengo todo el derecho de estar aquí, así que más te vale acostumbrarte a mi presencia mientras vivas aquí- digo fríamente -Ni lo sueñes, tu hermana ya no está, por lo tanto tu no tienes derecho de nada sobre esto- dice Isabel quien hasta ahora se había mantenido en silencio Yo sonrió ante su estupidez -Ten cuidado con lo que dices, No por que seas su amante te hace ser dueña de todo- digo burlona mientras señaló a Arturo afirmando que son amantes -No digas estupideces- dice Arturo rápidamente -¿De verdad piensas que yo soy como Rosalie?, No seas ingenuo, no por que nos parezcamos físicamente significa que somos iguales en cuanto a carácter, desde que entre por esa puerta pude notar la relación amorosa que tienen, quizá mi hermana haya sido ingenua, pero yo no lo soy, aunque tampoco soy tan mala, así que te doy una semana para que te mudes de esta casa- digo firme -Tu no puedes correrme, al contrario soy yo quien te puede echar sin contemplaciones- dice el Yo sonrió y niego -Ya lo veremos... Aah y por cierto, espero sepas que la empresa y todo lo demás seré yo quien la dirija ahora- digo levantándome y pasando junto a ellos Subo las escaleras y voy hasta mi habitación donde las empleadas están terminando de recoger sus utensilios de limpieza para retirarse, yo les agradezco y ellos se retiran Respiro con alivio al estar en mi habitación, esta era mi habitación cuando era niña y también la que utilizaba cuando venía de visita por lo que ya estoy familiarizada con ella Observó el día resplandeciente qué es hoy y decido que es momento de visitar a nuestro abogado Me levanto de donde estaba sentada y tomo mi cartera, esta aunque es pequeña me permite llevar siempre conmigo mi móvil, mis tarjetas de crédito y mi identificación, así como también dinero en efectivo Bajo las escaleras nuevamente y busco a Fabricio -Llevame con el abogado- digo El asiente y me guía hasta el auto, emprendemos el viaje hasta la oficina privada del abogado de la familia, al llegar respiro profundo antes de bajar del auto Camino a paso firme hasta llegar a la entrada donde sin querer choco contra un muro sólido de músculos, observó hacia arriba mirando al hombre frente a mi Es guapo, su rostro parece esculpido por los mismos Dioses, lleva un traje hecho a la medida lo cual me indica que es alguien con dinero -Fijate por donde vas- digo con mi voz neutra para luego rodearlo -Tu eres quien debería fijarse hacia donde se dirige- dice Yo me detengo molesta por lo que dijo y giro para mirarlo, el solamente sonríe de medio lado para luego alejarse Bufo mientras ruedo los ojos "Es otro idiota rico" Entro al despacho del abogado donde la secretaria me anuncia y el me da acceso, yo entro y le sonrió -Anneliese, que gusto verte de nuevo niña- dice el Por que si, el siempre nos trato así, nos conoció desde bebes y ahora vernos ya de adultas sigue tratándonos igual, bueno al menos a mi ya que mi hermana se ha ido -Un gusto de verlo también señor Foster- digo -¿Que te trae por aquí niña?- pregunta con amabilidad -Yo .. Quería saber, si no puedo hacer nada para sacar la basura de mi casa- digo Lo veo sonreir y negar -¿Te refieres a tu cuñado?- pregunta y yo asiento -Si, le di una semana para que se mude, pero el está convencido que es el quien puede correrme, ya que piensa que la casa y las demás cosas son de mi hermana y por lo tanto el las Heredara al ser su esposo- digo -El testamento es claro Ann, tu eres la dueña absoluta de todo, incluso tu hermana antes de morir firmó un documento para que todo pasara a tus manos en caso de que a ella le sucediera algo- dice él -Se que todo es mio señor foster, pero Arturo y su amante piensan que el es el dueño de todo- digo -El testamento de tu hermana se leerá en dos días, ¿podrías soportarlo mientras pasan esos dos días?- pregunta el Yo suspiro y asiento no me queda de otra más que soportarlo, si no el insistira en que todo es suyo -Puedo soportarlo dos días, pero si el insiste en quedarse no me tentare el corazón para sacarlo por la fuerza- digo -Estas en todo tu derecho de ser así, pero por ahora relajate y trata de no levantar sospechas- dice el Yo asiento y le agradezco antes de finalmente salir de ahí, al regresar al auto Fabricio me mira -Llevame a la empresa- digo El asiente y el auto vuelve a ponerse en marcha, muchos de los empleados más antiguos ya me conocen, pero si hay empleados nuevos seguramente me congundiran con mi hermana Dios debo ser firme si quiero descubrír la verdad detrás de la muerte de mi hermana. . . . .
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