Julieta Las calles pasan mientras la noche se acerca, la casa de Tamara queda 100 metros de la mía, son terrenos que están pegados, pero separados por una hectárea, uno de los lados de su hectárea y de la mitad de mi la mía, quizás unos 100 metros entre casas, el camino era bordeando el cauce que rodeaba la entrada a nuestras casas. El puente de material me daba la bienvenida, los tintes naranjas con blancos del cielo brillaban con la puesta del sol, el silencio ocupaba todo el lugar, cada parte de él, algunos vecinos sacan sus residuos, niños jugaban en las entradas y una castaña me esperaba sobre el deck de su casa. Esta completamente casual, jean ajustado en sus piernas, la musculosa blanca y el cabello semirecogido dejaba a la vista su cuello delgado, sonreí mientras pasaba por el p