Vuelta a Clases

Capitulo 6

Comenzamos a seguir a Marcos, en realidad no se donde va pero vamos por unos pasillos, la morena con la que voy yo se llama Melodi y es muy divertida y conversadora. También es muy atractiva no hay dudas, es algo mas baja que yo de mas o menos un metro sesenta por ahí, tiene unos lindos ojos azules, y una encantadora sonrisa.

–¿Y que edad tienes? –me pregunta, sacándome de los pensamientos.

–Veintitrés, ¿Y tu?.

–Veintidós.

–Haha –soltó una risa, y yo la mire.

–¿Que es lo gracioso?.

–Perdóname por lo que te voy a decir, pero pensé que eras mayor.

–¿Enserio?, ¿Piensas que me veo mayor? –la mire algo extraño, y no sabia que cara poner en estos momentos porque no se si sentirme halagado u ofendido.

–Si.

–Porque lo dices.

–Porque para tu edad te ves muy maduro –¿Que sabes de eso, si no me conoces?, ¡pero claro!,  no se lo dije que evitar problemas.

Solo me encogí de hombros y nos adentramos a una habitación, enseguida Marcos comenzó a besarse con la pelirroja.

–No creo que esto sea bu.... –Marcos puso su mano en mi boca y ahora Melodi me estaba besando apasionadamente mientras metía sus manos bajo mi remera tocando mi abdomen.

Solo me costo unos segundos para ponerme a la altura de ellos y comenzar mi guerra de pasión, soy hombre y los hombres nos prendemos rápido con este tipo de cosas. Apreté el trasero de mi acompañante y luego esta salto sobre mi enredando sus piernas a mi alrededor, camine a tientas hacia una pared y la apoye sobre un mueble junto a ella, saque su peto deportivo al mismo tiempo que bajaba mis besos por su cuello y clavícula, amoldé sus pechos con mis manos y ya enseguida los tenia en mi boca, devorándolos. Melodi enredo sus dedos en mi cabello y saco mi remera, luego yo por supuesto saque sus calzas deportivas y ella termino por sacarme mi short y bóxer. Me sorprendió cuando se bajo del mueble y se arrodillo frente a mi, no es que no supiera que iba a ser pero normalmente con las mujeres que me he topado en esta situación, no les gusta hacer mamadas, solo a muy pocas les gustaba. Antes de que tuviera tiempo de decir algo, ella ya tenia por completo mi pene dentro de su boca, solté un gruñido y le di una rápida mirada a Marcos quien en estos momentos me imagino va en el segundo orgasmo. Pero no estaba tan equivocado, ya llego al primero, y comenzaban a vestirse.

–Oh, dios –mis ojos por pocos estaban blancos al momento en que ella muerde sutilmente la parte exterior de mi pene, enrolle su cabello en mi mano y comencé a mover su cabeza hacia delante y hacia atrás, cada vez mas rápido.

Una vez que Marcos ya había salido del cuarto con su chica, levanté del suelo a Melodi y la apoye boca abajo contra el mueble en donde minutos atrás estuvo sentada. Y ella antes que todo me entrego un condón y me lo puse para comenzar a embestirla. No podía creer que estuve tan estresado porque cuando llegamos al esperado orgasmo sentí un peso menos en mi cuerpo. Después de todo Marcos no hizo mal en invitar a estas chicas, ya ven que me recompuse para mañana el viaje.

Termine de ponerme la remera y salimos del cuarto, Marcos estaba con su amiga sentados en el suelo y besándose.

–Bro –llame su atención y el se levanto después de esto.

–Adiós chicas y muchas gracias.

–¡Hey!, y la propina.

–Así, emms –Marcos se volteo a verme, simplemente rodee los ojos y saque mi billetera pagándoles a las chicas.

–Te lo devolveré, bro.

–Da igual, la pasamos bien después de todo, ¿No?.

Pasamos el resto del día en el gimnasio del estadio, y yo enserio que ya no daba mas con mi cuerpo, cerca de las cinco Hailee me llamo, para que me fuera a casa y que pasara a comprar algo para la cena. Y yo me fui enseguida.

–Adiós bro. Que tengas un lindo viaje y nos veremos dentro de unas cuantas semanas.

–Adiós Marcos, espero verte pronto por allá.

–De eso no dudes –nos despedimos y cada uno se subió a su auto y se fue a cada lado.

Pase a la pastelería por unas "tartas de chocolate" y compre unos cuantos dulces para el viaje de mañana, y luego de eso me fui a casa.

Entre al ascensor, deseando que no pare en el piso dieciocho, y gracias a dios no paro. Me baje en mi piso y camine a mi departamento, entre y todo estaba como de costumbre, la luz de la sala estaba tenues y la de la cocina estaba encendida, camine hacia allá pero no había nadie. La tetera estaba hervida y habían dos platos de comida sobre el mesón. Hailee no esta, debe estar bañándose o algo así. Iba a gritar que llegue pero el sonido de su celular me desconcentro.

–Alo, ¿Con quien hablo?.

–Yo bonita –fruncí el ceño, mi respiración se entrecorto y el nudo en la garganta impidió que hablara– supe que mañana te vas de Londres, así que no podremos vernos para hacer esas cosas que tanto te gus....

–¿¡QUIEN MIERDA ERES!? –el hombre tras la linea se callo unos segundos.

–El novio de Hailee, ¿Y tu?. ¿Porque mierda tienes su teléfono? –no podía mas, enserio. Sentía como mi corazón se aceleraba y mis ojos ardían, y la palabra "soy su novio" se repetía una y otra vez en mi cabeza. Simplemente apreté el celular en mi mano y lo volví a poner en mi oido– te estoy hablando, ¿Que haces con el celular de mi novia?.

–¿¡Tu novia!?, ¿La que cada noche duerme a tu lado?, ¿La que cada cinco segundos te esta diciendo lo mucho que te ama y lo mucho que agradece por estar en su vida? Creo que hablamos de la misma novia ¿No?. Hailee es solo mía, hijo de puta y mas te vale no llamarla mas, porque no estarás para contarlo. No sabes con quien acabas de meterte pendejo de mierda –sentí su asquerosa risa.

–Claro por eso ella y yo estamos saliendo, ¡porque se aburrió de ti estúpido engreído! –aventé el celular contra la pared y este se rompió en mil pedazos.

Mi cabeza daba mil vueltas por segundo, y sentí como una lagrima callo por mis mejillas bruscamente, escuche la voz de Hailee saliendo de una de las habitaciones, camine fuera de la cocina y la mire furioso, ella tenia su ceño fruncido, lista para acercarse a preguntar que me pasaba, pero yo solo camine hacia la puerta y salí dando un portazo.

Todo era tan confuso, tan inesperado que me llevo como bala directo al corazón, y no sabia como quitarla porque enserio dolía, y sentía que me quemaba todo. 

No se en que momento llegue a la calle siguiente del edificio pero, no me importaba quería escapar de toda esa mierda, seguí mi camino hasta un parque, ya estaba oscureciendo y la gente con sus hijos se iban a casa, y las parejas llegaban para ver el atardecer, porque desde aquí se contemplaba un lindo atardecer y aun mas si estabas cerca del lago.

Camine mas a la orilla y deje mi trasero caer sobre el césped, mire hacia arriba y respire profundamente dejando que por al menos unos segundos dejara de pensar en las palabras de ese chico, pero eso fue completamente imposible, nunca creí estar en una situación así, pero supongo que fue estúpido pensar en que tal vez nunca Hailee me haría algo así, porque se veía una mujer seria y siempre tomo muy enserio nuestra relación, hasta pensábamos en formalizarla, pero vamos que eso ya no pasara de todos modos, ni aun que me rogara toda la vida.

Por un momento inconscientemente me imagine a ese tipo tocándola y haciéndole el amor y una extraña sensación recorrió mi cuerpo, que provoco el sudor y el calor por todo mi cuerpo, me quite la remera y la tire, enrede mis dedos en mi cabello y apoye mis codos en mis rodillas. Y comencé a llorar, y a llorar.

No se cuanto tiempo estuve así pero me fui a casa cerca de las tres a.m, obviamente no estuve todo ese tiempo llorando en el parque, porque no recuerdo mas allá de eso que se acerco un tipo y me dijo que me veía realmente mal y se encargaría de hacerme olvidar de lo que sea por lo que estuviera pasando y me emborracho en un club, ahora estoy en el ascensor subiendo hacia mi piso. Las puertas se abrieron y camine a duras penas hasta el apartamento, mis pies pesaban y mi vista igual, tenia sueño y mucha hambre, pero no me importó no comer nada, cuando entre Hailee estaba llorando en el sillón, apenas me vio se levanto rápidamente.

–Yo lo siento mucho, de verdad –me acerque a ella.

–Solo cállate y bésame –Hailee por un momento dudo, pero termino besándome igual.

La tome de la parte posterior del cuello e intensifique mas el beso, la empuje y esta callo en el sillón, me quite la remera y me subí sobre ella quitando su remera, bese su cuello, a la vez que con mi mano apretaba uno de sus pechos. Comencé a mecerme sobre ella. Saque su sostén y devore sus pechos, subí a su boca de nuevo y la bese bruscamente. En estos momentos realmente no siento excitación, solo rabia y tristeza, nada mas que eso. Baje su short de pijama y rompí sus bragas, me levante y quite el resto de mi ropa. La tome de la cintura y camine con ella hacia la pared y la estrelle, sentí su quejido de dolor pero no me importo, la volví a besar y entre en ella fuertemente. Nada mas me importaba que quitarme el enojo en estos momentos y que mejor que eso, el sexo.

–Caleb, me.... Me estas haciendo daño.

–¿Y tu a mi, crees que no?, ¿¡eh!?.

–No de esta forma, me duele –araño mi espalda fuertemente, me queje y la mire.

Comencé a embestirla mas fuerte hasta llegar al orgasmo, Hail no llego pero eso no me importo. Salí de ella y me fui a bañar, era las tres y media de la mañana y el vuelo salía a las seis con cuarenta. Ya no tenia sueño así que me iba a quedar acostado, camine a la cocina por algo de comida, que por supuesto no había nada, era de esperarse. Saque una bolsa de dulces de las que compre antes de que pasara todo lo malo. Y me fui a la habitación de huéspedes. Cerré mis ojos y a los segundos después la puerta se abrió lentamente, me hice el dormido.

–Cal, bebe lo siento mucho. De verdad, yo no se en que estaba pensando –comencé a sentir el nudo en la garganta, pero tenia que ser fuerte, no podía verme derrotado frente a ella, no así– hey, se que estas despierto.

–¿Puedes irte?, quiero dormir aun que sea una hora, necesito descansar para el viaje.

–Si estas molesto, puedo no ir contigo Cal.

–¿Que dijiste? –ella se quedo mirándome en completo silencio– Haz lo que quieras Hailee.

–No es así Cal, tu... Tu tienes que rog.... –que mierda iba a decir, me senté furioso en la cama, sentía como la vena de mi frente y cuello pulsaban.

–¿Enserio?, ¿Enserio piensas que te voy a rogar para que te vayas conmigo a Los Angeles? –reí irónicamente– tu estas loca si piensas tan solo que voy a pedirte eso. Si tu quieres quedarte hazlo Hailee, no me molestaría en lo absoluto, pe...

–Ya no me amas, ¿Es eso? –bajo la cabeza y una lagrima callo de sus ojos.

–Claro que te amo, el amor no se va de un día para el otro, pero lo que me hiciste no creo perdonártelo jamas.

–¿Nunca estaremos juntos de nuevo?.

–No lose Hail, necesito pensar las cosas antes de hacerlas, y creo que tu deberías hacerlo igual. Debiste hacerlo desde un principio.

–Lose Cal, pero por favor, de verdad quiero estar contigo, te amo y no podría soportar vivir sin ti.

–Pero si pudiste soportar que otro chico te toqueteara y estar a dos bandos.

–No es así.

–No quiero seguir discutiendo, ve y descansa y piensa, si quieres estar conmigo pues vente conmigo, si quieres pensar mejor las cosas no se yo, si no quieres estar conmigo solo dímelo y yo me marcho de aquí.

–Esta bien.

Hailee salió de la pieza cerrando la puerta tras suyo, golpee la almohada y cerré mis ojos, dormí una hora y media aproximadamente, porque tenia que bañarme, para quitar el olor a trago y sudor.

Me levante de la cama y camine fuera de la habitación, camine por el pasillo hasta la habitación matrimonial, que se supone que es de Hail y mía, entre al baño a por una ducha helada. Una vez listo, salí y me puse mi ropa, unos jeans rasgados en la rodilla, una remera negra normal con cuello "V" y unas Vans blancas, me peine el cabello que ya estaba bastante largo, hacia atrás y me rocíe perfume.

Hail no estaba en la habitación, ni sus maletas, fruncí el ceño y salí de la habitación. No habían rastros de ella, mis ojos se comenzaron a arder, y es que como era que me había abandonado ¿Así como así?.

Entre a la cocina por un vaso de agua, la puerta sonó, pero mi atención no fue a parar allá, a quien sea que tocaba, si no que paro en el papel sobre el mesón.