ERIC
HACE DOS AÑOS Y OCHO MESES…
- ¡Sube ahora! – bramo perdiendo la paciencia con mi hermana menor, mejor conocida como mi dolor perpetuo de trasero
- ¡Eres insoportable! – grita ella subiéndose al auto cerrando de un portazo
- Malcriada de mierda –
Farfullo enojado mientras rodeo el auto y entro, no puedo creer que nuestros padres le hayan creído a este demonio de Tasmania que iba a cambiar y se iba a portar bien, nunca lo hace, y por supuesto, aquí estoy yo, “el idiota sin vida propia” y con todo el tiempo disponible para arreglar las cagadas que hace la señorita, por el amor de Dios, tres días desaparecida, son las 3 de la tarde del tercer día y ya tiene más licor en su organismo que todos los que dejamos atrás en esa fiesta.
- Eso fue tan humillante – dice rompiendo el silencio
- Humillante es la forma en la que arrastras los nervios de la familia cada vez que te vas de juerga, por el amor de Dios, ni yo que soy hombre he hecho la mitad de todo lo que tú haces y ¡aun no cumples los 18 años! –
- Oh por favor, déjate de dramas, estamos en el siglo 21 ¿ok? Las mujeres podemos hacer lo que queramos –
- Claro, ocasionarles un infarto a nuestros padres es una gran idea –
Ella bufa y saca su celular, lo conecta al bluetooth de mi auto y llama a su madre, Ashley, no la deja ni saludar, enseguida ataca con sus reclamos y quejas, diciendo lo mal “hermanastro corta rollos” que soy.
- ¿Terminaste Adele? –
La voz de mi madrastra suena cansada, no es para menos, su hija es un huracán categoría 20.
- No, es que, o sea, ¿en serio? Que tienen en la cabeza todos ustedes al mandarme al señor perfección a hacerme pasar pena con mis amigos, o sea, fue horrible, tipo que jamás en la vida voy a poder mirar a la cara a mis amigos –
- Cariño, esos amigos lo único que están haciendo es llevándote por un mal camino y francamente ya estoy cansada de todo esto –
- ¿Cansada? Cansada estoy yo mamá, estoy taaaan cansada que se metan en mi vida, es MI vida, ¿ok? –
- Sé que es tu vida cariño, pero tu irresponsabilidad y malas decisiones nos están arrastrando a todos como familia, no piensas antes de actuar, te comportas como una chiquilla, haces escándalos en todos lados, pataletas sin sentido, tus calificaciones son desastrosas, gastas miles y miles de dólares en cosas absurdas e innecesarias y no me hagas hablar sobre la pipa que encontré en tu habitación –
- ¿Qué? ¿Estuviste revisando mi habitación? Oh por Dios mamá, eso es absolutamente un delito, ¡irrumpiste en mi privacidad! –
- Cuando tu nombre este en las malditas escrituras de esta casa me vas a hablar de irrumpir en privacidades jovencita –
- O sea y tienes el descaro de enojarte –
Trato de ahogar la discusión que me tiene de los nervios ya, esta niña está absolutamente fuera de control, nuestros padres tuvieron que regresar antes de tiempo de su viaje de negocios, solo para limpiar el desastre de esta mocosa, oye no me malentiendan, amo a esta mocosa, pero ya nos tiene al límite, tanto así que nuestros padres decidieron meterla en un internado a ver si la disciplina externa puede hacer algo por su absurdo comportamiento.
- ¡Pero mamá! –
- ¡SUFICIENTE ADELE! -esta vez es el grito de mi padre lo que se escucha por los altavoces – escuchaste a tu madre, Eric va a llevarte al aeropuerto donde nos reuniremos y juntos iremos al internado, este comportamiento rebelde se acaba hoy mismo –
- ¡Bien! ¿Quieren que se acabe? Por supuesto que se acabará –
Sin mediar palabra Adele se quita el cinturón de seguridad y se lanza hacia mí, sus manos van directo al volante, forcejeamos y el control del auto se me escapa momentáneamente.
- ¡Adele, basta, suelta el volante! – trato de razonar con ella, pero es como una fiera
- Ellos quieren que se acabe, pues que se acabe –
- ¡Adele suficiente! –
Lucho contra ella, pero es una fiera, me golpea con una mano y con la otra tira del volante.
- Adele suelta el volante y compórtate -
Las voces de nuestros padres se filtran entre los gritos de Adele y mis gruñidos, trato de maniobrar, pero es demasiado tarde, pierdo el control total del vehículo, choco con el lateral la barandilla de la carretera y luego solo sé que estamos dando vueltas, impotente, veo como mi hermanita rebota contra el techo y los lados del auto, las bolsas de aire se disparan, los gritos resuenan, el dolor estalla sobre mi cuerpo, los vidrios se rompen, la oscuridad me atrapa.
- - - - - -
No sé cuánto tiempo he estado inconsciente, escucho voces, veo luces azules, blancas y rojas, el ruido del metal y el vidrio crujiendo, ordenes siendo dadas, hombres trabajando, bomberos supongo, giro mi cabeza a un lado y veo a mi hermanita desplomada entre el asiento y la ventana del auto, el ángulo en el que están sus extremidades es jodidamente incorrecto y doloroso, la sangre esta por todos lados, ella llora, sus labios se mueven, poco a poco la enfoco bien y alcanzo a escuchar su voz, me llama.
- Eric… por favor –
- Mocosa – susurro
- Per… perdón herma… hermano – su respiración es agitada, su piel está absolutamente pálida – per… perdóname –
- Calla, guarda… fu... fuerza –
- Te amo her… hermano –
- Ca… llate –
- Fu… fuiste… fuiste el mejor her… hermano –
- Adele –
Los ojos de mi hermanita pierden su luz, su voz se apaga, su respiración se corta y el dolor estalla en mi pecho, trato de moverme, de soltarme el puto cinturón y llegar a ella y es cuando lo siento… siento que no siento…
No siento mis piernas…