ERIC
EN LA ACTUALIDAD
- ¡Usted es un imbécil! –
- Y usted una vergüenza para su profesión, haga el favor de retirarse de mi vista –
La enfermera recoge su ropa con enojo, se viste a trompicones y se va corriendo dando un portazo a la puerta de mi habitación, escucho gritos ahogados por las paredes, insultos supongo y luego, el confortable silencio y soledad.
Soledad que solo me dura un minuto, ya que la puerta de mi habitación se abre suavemente, dando paso a Ashley, mi madrastra, quien entra cautelosa.
- ¿Y ahora qué pasó? –
- ¿Qué te parece? – digo mostrando mi estado
Camisa rasgada, sábanas desordenadas. Ella suspira, se ve cansada, triste, opaca, han sido tres años de mierda y le están pasando factura.
- ¿Puedo sentarme junto a ti en la cama? –
Palmeo el colchón y ella se sienta a mi lado, su espalda se apoya al cabecero imitando mi posición.
- Es la quinta enfermera que echas en los últimos tres meses –
- Trato de violarme – confieso
- ¿Qué? –
- Dijo que iba a hacer que mi cuerpo reaccionara al suyo, se quitó el uniforme y no llevaba ropa interior y cuando quiso subirse sobre mí la empuje tan fuerte que cayo de culo en el piso, ¿no es eso un intento de abuso? –
- ¡Oh por el amor de Dios, esa desgraciada no volverá a trabajar en este país! – Ashley se levanta y camina furiosa hacia la puerta
Es la máxima reacción que la he visto tener en el último año, luego del accidente donde perdí gran parte de la movilidad de mis piernas y a mi hermanita, su hija, mi pobre madrastra ha estado sumida en la tristeza.
Y no es para menos, yo también lo he estado.
Tristeza e impotencia es lo único que me han acompañado desde ese maldito día… Oh claro, y dolor, no olvidemos el puto dolor.
¿Creen que perder la sensibilidad te exime del dolor? En parte, pero no del todo, la sensibilidad a veces es una perra, los calambres, los espasmos y cuando te fracturas hasta el alma, el dolor es una constante en tu vida.
Aparte de las múltiples fracturas y el pulmón perforado, tuve una lesión grave en mi columna que me dejo solamente con el treinta por ciento de sensibilidad de la cintura para abajo, me han hecho múltiples operaciones y actualmente, ya no pierdo el control de mis esfínteres, gracias Dios por la misericordia, decir que eso era una mierda es absolutamente literal, buenos tiempos.
Ahora tengo alrededor del sesenta, sesenta y cinco por ciento, no es mucho, pero para mí pronostico inicial, que era básicamente la muerte, es la gloria… aunque no lo suficiente aun, ya que, sigo postrado en esta maldita cama y a esa maldita silla de ruedas que detesto, prefiero la cama, al menos aquí nadie me ve.
Hace casi tres años en ese horrendo accidente de auto, no solo perdí mi movilidad, mi libertad, diablos, hasta mi hombría y dignidad, perdí a mi mocosa favorita, perdimos a Adele.
Mi hermanita no sobrevivió a las heridas, al estar sin el cinturón de seguridad, su cuerpo recibió tantos impactos, sus huesitos todos rotos, su cráneo fracturado y su arteria femoral desgarrada, eso fue lo que la mato, se desangro frente a mí, sus últimas palabras retumban en mi mente, usó sus últimas fuerzas para pedirme perdón y decirme que me amaba, no alcance a decírselo de vuelta, diablos, como amaba y amo aun a esa mocosa descarada.
Perdimos la alegría de la casa. Nuevamente, se siente como una cascara vacía.
Cuando tenía un año y medio, mi madre falleció, un choque anafiláctico, estaba sola conmigo cuando se comió un postre que no sabía que tenía frutos secos molidos, cuando papá llegó del trabajo, yo gritaba desde mi cuna, solo, con el cadáver de mi madre en medio de mi habitación.
No recuerdo nada de eso realmente, sólo sé lo que han susurrado a través de mi vida, por ese suceso no me tomo a la ligera las alergias. Desde entonces, papá se volcó a cuidarme, construyo un imperio mientras batallaba con proyectos escolares y reuniones en el extranjero. Seis años después, cedió a las tentadoras curvas de su asistente personal, como el mismo dice, asistente quien, por ese tiempo, a veces hacía de mi niñera también.
¿Cliché? Totalmente. ¿Efectivo? Aún más.
Nunca le guarde rencor, ni resentimiento, ni odio a mi padre por rehacer su vida amorosa y eso fue en gran medida gracias a Ashley. La mejor madrastra del puto mundo.
Ella nunca permitió que mi padre descuidara sus deberes para conmigo, su paternidad siempre fue su prioridad y Ashley me ha querido como a un hijo desde que me conoció, y cuando una década después de su matrimonio llegó Adele, la alegría se multiplicó, completamos nuestra familia, ella derramo oro sobre nuestras cicatrices.
Nuestra princesa, nuestra mayor alegría y también nuestro mayor dolor en el trasero… Y ahora ya no está.
Daria todo lo que tengo y lo que soy porque ella estuviera en estos momentos reventándonos los tímpanos con su música estridente a todo volumen o entrando a mi habitación a robar mis vinilos diciéndome lo viejo y anticuado que soy o robando mis corbatas o simplemente durmiendo abrazada a mis almohadas porque insistían que eran mejor que las suyas.
Nunca le pude contar que la primera vez que dijo eso, las cambié con las de ella, así que siempre abrazaba era sus propias almohadas.
Hoy en día, en esta mansión solo hay un silencio lúgubre. La vida nos golpeó donde más nos dolía y aun, literalmente, no nos hemos podido levantar.
- Que es eso que dice Ashley que la enfermera iba a violarte – la voz de mi padre me saca de mi oscuro recuerdo
- Así como lo escuchaste y ahora repites padre, creyó que tenía v****a mágica y pretendía hacerme funcionar, aunque dije que no, así que tuve que empujarla con fuerza y echarla de aquí, ¿ya se fue? –
- No, lo intentó, pero Ashley no dejó que se fuera – él se ríe y sacude la cabeza - la tiene retenida en la sala, tu leona esta que le saca los ojos –
Mi leona… Un apodo cursi que le puse cuando tenía 10 años y le insistía que se casara mejor conmigo que con papá.
- Me alegra mucho que te casaras con ella viejo –
Mi papá sonríe y esta vez, la sonrisa le llega a los ojos, desde el accidente han sido pocas veces las que ha sonreído así.
- Llamé la policía, ya están en camino, presentare cargos en tu nombre, también acabo de colgar con Raphael, mañana vendrá, traerá un nuevo plan de acción -
- No papá, no más – digo enojado - porque no mejor alguien me trae un postre en vez de un médico, ya estoy harto de ellos –
- Eric, se razonable –
- Estoy harto de la razonabilidad papá, deberían aceptarlo y dejar las cosas como están, no volveré a caminar -
Odio esta maldita situación, odio sentirme impotente, odio tener que depender de todo el mundo hasta para darme un puto baño, lo odio, pero ¿qué más puedo hacer? Los médicos han hecho todo y más a su alcance y aquí sigo sin poder dar dos pasos sin caerme, mi columna no va a sostener más mi cuerpo y es momento de que todos aceptemos esa realidad.
- - - - - -
- Básicamente dices que vas a experimentar en mi –
- Palabras más, palabras menos – me responde Raphael con una media sonrisa orgullosa
- ¿Que probabilidad de éxito hay? –
- Mucha, siempre y cuando cumplas con el protocolo estrictamente al pie de la letra –
- ¿Que otras garantías hay? –
- Tu puta terquedad – responde ampliando su sonrisa - úsala esta vez para recuperarte, aunque te advierto, será un proceso extremadamente doloroso y difícil, necesitas poner de tu parte –
- Riesgos –
- Como toda cirugía y procedimiento experimental, hay muchos riesgos –
- Dímelos –
- Pérdida total del control de esfínteres, pérdida total de la sensibilidad y movilidad de la cintura para abajo, parálisis total si llego a cortar el cordón espinal y… -
- ¿Y? –
- Muerte –
- Básicamente, si sobrevivo a la cirugía y no me paralizas, podre rehabilitarme y ser un lisiado funcional –
- No sea despectivo hombre – su sonrisa se esfuma de su rostro, ya era hora - tu movilidad quedará al menos en un 85 a 90 porciento, podrás caminar, necesitaras mucha fisioterapia y un bastón de por vida, pero amigo, caminarás, será la mayor ganancia –
- Si no me matas –
- Soy medico no un puto mago Eric y ya te moriste en mi mesa hijo, te traje a la puta vida de un puñetazo en el pecho, ese es tu milagro Barbosa, nadie más va a darte más de lo que te estoy ofreciendo, sabes que mi equipo es el mejor y si la vida, Dios, el universo o lo que sea que decidas creer te dio la oportunidad de seguir respirando, hijo haz todo lo posible para mejorar tu calidad de vida y seguir adelante con más fuerza –
Suspiro resignado, lo sé, Raphael Rivera es el mejor cirujano neurocirujano y junto a su hermano Kurt, quien es el mejor cirujano ortopedo-traumatólogo del país, hicieron un verdadero milagro en mi caso y en muchos más, si ellos dicen que pueden hacer algo, sé que pueden, pero mentiría si dijera que no me da pánico tener esperanzas.
- Hijo, sabes que cuando nadie te da esperanzas, es a ellos a quien debes llamar, si ellos no tienen una solución, no hay más nada que hacer, pero te están dando una alternativa, piénsalo al menos – dice mi padre
- ¿Puedo? –
- Claro Eric, el primer paso es una ronda rigurosa de fisioterapia, necesito unas mediciones de tus rangos de movimiento y demás pruebas antes de iniciar el protocolo, además de recuperar tu masa muscular y salud, no te voy a subir a la mesa si no ganas unos buenos kilos de musculo ¿entendiste? –
- Bien, supongo que puedo trabajar con eso –
- No suenes tan resignado, te traje una belleza para que te ayude –
- No estoy interesado en bellezas patéticas, suficiente tuve esta mañana –
- Cuida tu boca mierdecilla apestosa, se trata de Alondra, mi hija –
Bueno, está bien…
- Y que puede hacer ella por mi que no hayas podido hacer tu –
- Dios mediante, un milagro, si hace que dejes de ser tan gruñón y saca tu culo apestoso de esta cama, necesitas un buen baño -