NARRACIÓN
Cada uno de los hermanos se encuentra en un lugar diferente de la casa, inmersos en sus pensamientos, en su soledad. Alana se sienta en el extenso jardín mientras acaricia uno de sus perros, un mestizo blanco de 3 patas llamado Taquito. Mira el cielo que está tan oscuro como su alma.
- ¿Acaso me darás una señal? porque solo tú podrías arreglar este desastre – grita frustrada.
Siente una gota caer en su rostro y sonríe, esta es su señal. Las lágrimas comienzan a rodar al tiempo que las gotas caen más y más, limpiándolas, llevándoselas.
Va directo al estudio de su madre, saca un parlante hasta el balcón conectándolo a su celular y pone la primera canción que ve, la cual conoce bien. Empieza a bailar, dejando que su cuerpo se empape de la lluvia, se empape de la música. Los
