NARRACIÓN
Tras un largo tiempo abrazados, donde Alana sintió todas las lágrimas que contuvo hace mucho salieron, se separan un poco y lo ve.
- ¿Aún hay postre? – este sonríe, ella es muy dulce cuando se saca su armadura.
- Sí, hay 3 y ninguno es con puré – ambos ríen.
Comparten con 2 cucharas cada postre preparado, le agregan helado porque en palabras de Alana, todo corazón roto merece helado, al menos es lo que Emmet dice. Empiezan a charlar un poco más.
- Encima de todo, se fue papá – resopla ella.
- No entiendo, ¿sabes?
- ¿Qué?
- Vi a tu papá con tu mamá estos días, luce como un hombre enamorado, no entiendo el cambio.
- Así es el divorcio supongo.
- Es que no creo la gente se divorcie por gusto, mi papá se llevaba tan mal con mi mamá qu
