Luego de la bienvenida comencé a socializar y a saludar a varias personas donde la mayoría eran compañeros de la compañía. Aiden no se separaba de mi en ningún momento, todos hablaron con él cómodamente sin el típico temor de quedar bien con el jefe; él tenía algo que daba esa facilidad de tener una conversación agradable y amistosa. Pero no había pasado mucho tiempo cuando comencé a sentirme un poco ansiosa por ver tanto alcohol tan cerca de mi, siempre era difícil resistir a no caer en la tentación, y más si era en un lugar como este donde había mucha de esta bebida. Me disculpé con todos y le dije a Aiden que iría al baño, me alejé de ellos y busqué con mi mirada un lugar donde poder esconderme y tomar aire por unos minutos, fue allí que visualice una puerta fuera del salón, me despedí