Evelyn camina por la carretera a toda prisa, la lluvia ha comenzado a caer con fuerza y el choque de las gotitas en el asfalto produce un singular sonido, cada cierto tiempo pueden verse autos pasar –tanto de humanos como de vampiros- y ella evita tener contacto visual con ellos; obviamente ninguno va a detenerse a ofrecer ayuda, eso se estilaba añares atrás pero ahora todos velan por su propia seguridad y ayudar a un desconocido en la calle es una mera locura y consta un gran peligro aunque lo prefiere así.
― Mierda, sí que hace frío aquí ― frota sus manos mientras intenta cubrirse con el abrigo.
Unos metros más adelante hay una limosina estacionada, varios guardias alrededor mientras dos hombres parecen charlar entre ellos al compartir un cigarrillo, reconoce el estandarte que porta
