Introducción
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La casa de los Coll, una mansión llena de lujos, obras de arte de todo tipo y tan costosas e invaluables como solo ellos pueden pagar. Muebles traídos del extranjero, con detalles en plata y oro, labrados y adornados por doquier; paredes color beige con esquineras dibujando el escudo familiar en n***o, cortinas largas y color borgoña en los enormes ventanales de la sala principal y las habitaciones, de más está decir que los sofás y camas de todas y cada una de las mismas son extremadamente suaves y grandes, algo increíble en verdad.
En dicha casa –la cual consta de tres plantas, un gigantesco garaje e interminables kilómetros y kilómetros de pasto verde y floreado, pues los jardines son una de las principales pasiones de la señora Katrina-, nadie ha sido capaz de entrar, nadie puede penetrar sus muros, no hay vampiros además de los dueños que sean dignos de pasar, no hay cazadores que conozcan su interior y mucho menos un ser humano, excepto… yo.
Mi nombre es Evelyn, dicho nombre no es plenamente mío ya que me fue otorgado a los cinco años cuando me “adoptó” un vampiro, más precisamente uno de los principales herederos Coll, Ivoh.
Lo poco que puedo recordar de mi vida humana es que tenía un hermano mellizo, Milo.
De mis padres no tengo recuerdos claros, éramos sumamente pobres y carecíamos de educación alguna y todo por el nuevo régimen que se imponían desde hace unos trescientos años, ¿Cuál? El status vampírico claro, ellos emergieron de la noche en una ocasión y se quedaron, tomaron posesión de todo, más fuertes, inteligentes, hábiles no solo en lo físico sino que también en los negocios o al menos es lo que mi abuela solía contarme… Finalmente se adueñaron de todo, imponiendo su voluntad lograron reducir a la humanidad y ser amos y señores de todo lo que los rodeaba
Para mantener la paz entre las especies – vampira, humana y cazadora, estos últimos emergieron a medida que los sangrientos llegaban- se formó un acuerdo en el que estaba estipulado que cualquier ser humano que fuese pobre, no tuviera recursos o fuera una paria en la sociedad seria “adoptado” –por así decirlo- por un ser de la noche y ellos serían dueños de hacer lo que quisieran con nosotros. Obviamente esto se hizo para tener como solventar el estilo de vida de aquellos seres, así podrían beber sangre tanto como quisieran sin masacrar o convertirse en asesinos, pero, eso no quiere decir que ellos sean buenos o que estén de nuestro lado. No, no debemos confundirnos, yo viví gran parte de mi niñez y adolescencia pensando así y me lleve una gran sorpresa cuando supe la verdad.
Acompáñame a conocer la historia, a conocer a aquel que me indujo en el mundo de la noche… Ivoh.
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