Esa misma mañana, sin haber dormido bien y con toda la confusión invadiendo su cabeza, Sophie llegó a la gran factoría, espero el elevador, y mientras lo hacía, sintió que detrás de ella estaba una presencia, la fragancia que expedía le hizo recordar, que su jefe era el único que portaba ese olor. “¡no puede ser! debe ser una jodida broma” Sophie pensó. Pero no era una broma, el gran CEO de la compañía estaba detrás de ella, reluciente como siempre, esta mañana no lucia tan pálido, pues habia acudido al maquillaje para ocultar un poco la falta de luz en su piel. “Buenos día señorita Robinson, me alegra que haya llegado temprano a su turno de trabajo” Sophie estaba completamente petrificada, si habia sido un sueño lo que había pasado la noche anterior, pues Valentín esa mañana luci