Una nueva protagonista en esta historia

1878 Words
El dolor de Sophie no solamente era emocional, sino que también físico, tenía demasiados dolores en su vientre, y la sangre no dejaba de correr producto del aborto, llegó a la posada y se recostó en su cama, su mirada estaba fija en el techo de su habitación, mientras que una lágrima corría por su mejilla. De nuevo estaba frente a la mansión de Valentín a través de su ventana. Valentín por su parte se había dejado caer en los instintos humanos reprimidos, y estaba siendo víctima del alcohol, de aquel imponente y apoderado vampiro por el cual todas las mujeres se morían, ya solamente quedaba un vano recuerdo. Sophie comenzó a sentir como dentro de su cuerpo las cosas no estaban bien, los dolores se incrementaba aún más que cuando se estaba produciendo el aborto, y eran completamente insoportables. Sus lamentos eran silenciosos, pero inundaban la soledad de su cuarto, y eso fue como si le hubiera hecho un llamado a Valentín, él estaba sobre su gran sofá completamente ebrio, cuando de repente sus instintos se activaron; ya sabía de dónde venían esos lamentos. Se levantó y se fue directo a la gran ventana que daba hasta el cuarto de Sophie y como si hubiera pasado una tormenta sobre él, su estado de embriaguez desapareció y en menos de tres minutos estaba adentrándose en la habitación de Sophie, que producto de la infección que estaba invadiendo su cuerpo, ni siquiera se había dado cuenta de su llegada. “Sophie, mi amor, ¿Qué te pasa?” Valentín la tomó en sus brazos y reprimiendo por una vez más los instintos de succionar su sangre, salió con ella en sus brazos pidiendo ayuda. “¡Ayuda por favor!, necesitamos ir al hospital!” “Ay por favor, muchacha ¿pero que tienes?” La casera se acercó a Sophie y le tocó la frente, estaba demasiado fría y sudorosa. “Señora ¿tiene un auto que me preste?” Valentín le preguntó angustiado, fácilmente había podido aprovecharse de sus poderes sobrenaturales y en tres minutos estar en el hospital, pero su cerebro le estaba jugando una mala pasada, gracias a todo el alcohol que había bebido. “No, no tengo auto ¿y tu que estás haciendo aquí? ¿Cómo entraste?” María lo miró con desprecio “Eso no importa, ayúdeme a conseguir un auto, por favor” “Yo tengo un auto, yo le ayudo a llevarla de inmediato” la voz de una mujer inundó los oídos de Valentín, se trataba de Brenda Willys, una hermosa antropóloga que había llegado hacía unos cuantos días a Charleston. “Por favor, le agradezco si nos acerca al hospital” la mujer le regaló una hermosa sonrisa con la comisura de sus labios, y salieron hasta donde tenía su auto, durante el camino no dijeron una sola palabra, Brenda sabía que Valentín era un vampiro, a leguas podría distinguir sus rastros, pero prefería mantenerse al margen, pues justamente había llegado a la ciudad a averiguar los últimos sucesos paranormales. Cuando llegaron, Valentín tomó a Sophie entre sus brazos y la pasó por la sala de emergencias, en donde dos enfermeras se fueron con ella de nuevo por el oscuro pasillo del hospital, ahí él no podía seguirla. “¿Qué le pasó a esa mujer?” la voz de Brenda sacó a Valentín de su profundo pensamiento “No lo sé, es que hace un par de días sufrió un aborto inesperado y parece que no se encuentra muy bien” Brenda acomodo sus lentes sobre su nariz e hizo un gesto de lamento. “Oh, lo siento mucho, debió de ser una gran pérdida, ¿son esposos?” Valentín se quedó viéndola aterrado por su imprudencia, pero al mismo tiempo le causó diversión su intervención. “No, realmente no somos nada” Valentín suspiro… “Y él bebé que perdió tampoco era mío, pero bueno no es algo que sea de su importancia, muchas gracias por habernos traído, voy a transferir un dinero para usted en agradecimiento” Valentín extendió su mano para tomar la de Brenda, ella estaba caliente, sus mejillas aún conservaban el rosa de su calidez, y su gran sonrisa sorprendía a Valentín. “No hace falta que me pague señor Von Strudel” Valentín se zafó de ella, y la miró atónito. “No tengo idea de quién es usted, ¿usted por qué sabe quién soy yo?” “Bueno, no se indisponga señor, lo que pasa es que llegue a esta ciudad hace como unos tres días, estoy haciendo una investigación para un libro que estoy escribiendo, soy Brenda Willys, vengo de Manhattan y soy antropóloga, soy amante de lo paranormal y aquí” Brenda suspiro y tomó aire profundamente “Y aquí señor Von Strudel, encuentro todo para crear la mejor versión de todo, especialmente con usted” “Creo que se equivoca señorita Willys, cómo se da cuenta está en una ciudad muy normal, y no se que clase de persona piensa que soy, pero está equivocada, muchas gracias por habernos traído” Brenda se acercó lentamente a Valentín, se acomodó de nuevo sus gafas, y rozo su nariz en la camisa del vampiro. “Siempre moría por conocer un vampiro en la vida real, le puedo decir que es la mayor de mis fantasías, el olor que expide su cuerpo producto del veneno que poseen, sus hermosos ojos, vidriosos como dos témpanos de hielo, su piel traslúcida y todo lo varonil que se puede esperar producto de su conservación, de verdad que ocultar la excitación que siento al verlo, sería mentir” Brenda se paró frente a Valentín, sacó una tarjeta de su bolsillo y se la entregó. “¿Qué es esto?” le preguntó él completamente extrañado “Es mi numero señor Von Strudel, si me quiere agradecer por haberle salvado la vida a su amiguita, puede darme una entrevista, me haría el mejor de los pagos” Brenda se acercó y le dio un beso en la mejilla a Valentín que por poco rozó con sus labios. “Gracias señorita Willys” “Gracias mi querido vampiro” Brenda abandonó el hospital, dejando completamente aturdido a Valentín, que suficiente tenía con lo que le pasaba a Sophie, como para lidiar con una nueva persona en su vida, así que, omitiendo el detalle de la extraña aparición de Brenda, se sentó en la sala de espera del hospital, hasta que el llamado de una enfermera, lo hizo ponerse en pie de un sobresalto. “Pariente de la señorita Sterling” “Si, soy yo señorita ¿Cómo está ella?” “Señor, lamento decirle que su estado es delicado, ella por lo visto no atendió a las indicaciones que le dio el médico, y tiene una gran infección en su vientre, un ginecólogo la va a intervenir quirúrgicamente, posiblemente las consecuencias de su estado puedan ser nefastas” “¿Puedo verla antes de que se vaya a cirugía?” “Si, tiene unos quince minutos antes de eso, sígame por aquí” la enfermera lo guio hasta donde estaba Sophie, de nuevo estaba en esa camilla con su rostro demasiado pálido, sus labios resecos y unas prominentes ojeras. “¿No te rindes verdad?” Sophie le especto a Valentín con sus pocos alientos. “Sophie soy adicto a ti, si sientes dolor, es como si yo lo sintiera y no puedo dejarte ir, no puedo resistirme a salvar tu vida y a que estes bien” Sophie giró su cabeza hacia él, en un extraño movimiento y apretó su boca con desprecio. “Escúchame muy bien vampiro de mierda, no quiero que por ninguna otra razón te metas más en mi vida, así sepas que me estoy muriendo ¿Qué parte no entiendes que no quiero estar contigo? Que la única persona que quiero a mi lado se llama Elian Blackwood” Las palabras de Sophie eran como puñales para Valentín, era como si fuera otra mujer la que le estuviera hablando y no la dulce y bien querida Sophie. “Mi amor, así me lo ordenes, jamás dejaré de protegerte, eres mi destino y te voy a cuidar por sobre todas las cosas” “¡Lárgate de aquí inmediatamente! Que si me muero, tú no tienes porque venir a resucitarme, ya mandé a la enfermera a que llamara a mi hombre yo no quiero que estés aquí para cuando Elian llegue” “Pero Sophie, ¡maldita sea! ¿Qué es lo que pasa contigo? Tienes que salir de ese maldito hechizo que hizo ese imbécil” “Yo no estoy hechizada por nadie, es que inexplicablemente me enamore de Elián” la voz de Sophie cambio su tono, ahora era más frío y carente de sentimientos “No quiero verte, el solo verte me causa repulsión Valentín, así que lárgate o llamo a seguridad” “Sophie, simplemente me voy a quedar aquí contigo así no lo quieras, cálmate por favor, eso no es bueno, estas muy débil y te van a hacer una cirugía” “¿Quién te crees tu para decirme que está bien o que está mal?, Valentín, no te creas con derechos ¡seguridad! ¡seguridad, ayuda por favor!” Sophie comenzó a gritar, ella se refería a seguridad a los hombres que Elian tenía destinados para que cuidaran de ella, aunque él ya sabía que ella estaba en el hospital, solamente envió dos hombres para que la cuidaran, pero aún no se acercaba. Valentín de nuevo salió del lugar, sabiendo que le quedaba imposible enfrentarse a esos dos hombres sin salir bien herido, cuando cruzó la puerta de salida, el auto de Brenda aún estaba al otro lado de la acera, ella estaba sentada sobre el capó y estaba fumándose un cigarrillo. Valentín cruzó la calle y fue directo a ella. “Que cara traes” Le dijo ella mientras le daba una última bocanada a su cigarrillo. “No deberías fumar, eso es perjudicial para tu salud” “Todo en este mundo es perjudicial para nuestra salud, o mírate tú, detrás de una mujer que te desprecia, eso si que es malo para la salud de un romántico vampiro” “¿De que estas hablando Willys? No te confundas” “Estoy hablando de lo que se y ya está, sé que esa mujer esta enamorada de un hombre lobo, que espantoso, se que eres un vampiro, que aquí hay demasiado misterio” Ella comenzó a mirar de un lado para otro y suspiraba al ver cada rincón de Charleston que la rodeaba. “¿Aun quieres la entrevista?” Valentín no comprendía porque razón ella le llamaba la atención. “¡Pero por supuesto!” Brenda le respondió emocionada “Vamos en mi auto, conozco un lugar en Charleston espectacular” Valentín se olvidó por un instante de su oscura obsesión por Sophie y sin pensarlo dos veces se subió al auto de Brenda, el auto arrancó, mientras que Elián, quien acababa de llegar se daba cuenta de lo sucedido, también encendió un cigarrillo y le dio una bocanada, por lo menos se había asegurado de que Valentín se hubiera ido.
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