La experiencia de sus labios me deja en jaque, pero eso no me hizo detener, sino que, todo lo contrario… respondí a su beso con todas mis fuerzas para ahora estar abrazada a él con mi rostro apoyado sobre su pecho. «Es mi novio…Alessandro Mancini es mi novio…» —Eres tan especial. — me susurra y debo levantar mi mirada para verlo a los ojos. —Soy una chica más como cualquier otra…— defiendo, pero él niega sonriente. —Luego te contare porque no lo eres, ¿almorzamos juntos hoy? — propone. —Claro, pero ¿Puedo preguntarte algo? — indago y asiente. Él se sienta en mi silla y luego hace que me siente encima suyo de costado para que pueda mirarlo a la cara. —lo que tú quieras. — responde finalmente. No puedo dejar de mirarlo, es tan guapo… estoy embelesada ante su perfección, tanto que cas