El almuerzo se ha pasado volando hablando acerca de la conferencia de prensa, de nuestro teatro frente a Mateo y por supuesto intentando hacer algún que otro plan a futuro como pareja, pero la verdad es que nuestra mente no ha dejado de darle vueltas al asunto de la tercera carta que espera por ser leída. —¿De qué crees que se trate?— Me pregunta cuando Filipo estaciona el auto frente a la casa. Simplemente encojo mis hombros como dándole a entender que yo tampoco puedo imaginarme que es lo que pudieron haber dejado escrito mis padres, desde que han muerto que ya no sé qué esperar de ellos. Entramos a la casa y saludamos al personal que nos vamos encontrando en el camino de la manera más amable que podemos, pero las ansias nos ganan y de inmediato vamos hacia mi habitación que es el lug